Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
BOULDER, Colorado, EE.UU. (AP) — Durante los 611 días transcurridos desde el secuestro de Omri Miran por Hamás, su familia ha vivido con temor, según relató su cuñado el domingo a los asistentes al Festival Judío de Boulder. Esto ocurrió una semana después de que un hombre arrojara bombas incendiarias a un grupo que pedía la liberación de rehenes israelíes en Gaza, en un centro comercial de la ciudad de Colorado.
“Solo hemos recibido pruebas de vida parciales, limitadas y a veces espantosas”, dijo el cuñado Moshe Lavi a una multitud que lo escuchaba en silencio en el mismo centro comercial. “Ignoramos cuánto está sufriendo, privado de alimentos, agua, luz solar, torturado y maltratado, mientras les hablo en este momento”.
El festival cultural judío fue reformulado este año para destacar las historias de los rehenes israelíes. Esto se debió a que la policía informó que un hombre que gritó “¡Liberen a Palestina!” lanzó bombas molotov el domingo pasado a manifestantes en Boulder que solicitaban su liberación. Los organizadores del festival indicaron que querían que el evento anual, que está en su 30º año, se enfocara en la sanación y en la causa del grupo: crear conciencia sobre las 55 personas que se cree aún permanecen cautivas en Gaza.
Las autoridades comunicaron que 15 personas y un perro fueron víctimas del ataque en el centro comercial peatonal Pearl Street. Son ocho mujeres y siete hombres, cuyas edades varían desde los 25 a los 88 años. Uno es sobreviviente del Holocausto.
No todos sufrieron heridas físicas, y algunos se consideran víctimas para el caso judicial debido a su presencia y posible riesgo de lesión.
Run for Their Lives, el grupo atacado, comenzó sus actividades en octubre de 2023 luego de que combatientes de Hamás desde la Franja de Gaza irrumpieran en Israel, matando a 1.200 personas y tomando a otras 250 como rehenes. La sucursal en Boulder, una de 230 en todo el mundo, organiza una caminata en el centro comercial cada fin de semana durante 18 minutos, el valor numérico de la palabra hebrea “chai”, que significa “vida”.
Varios cientos de personas se sumaron a la caminata del domingo, en la que habitualmente solo participan dos docenas. Entre los participantes estaba John Hickenlooper, senador de Colorado. Los manifestantes portaban carteles que decían: “Fin al odio contra los judíos”, y distribuyeron calcomanías con el número “611”, en representación de los 611 días transcurridos desde que los combatientes de Hamás tomaron a los rehenes israelíes.
En un escenario cercano al lugar del ataque, cientos de personas se congregaron para escuchar oradores y canciones. Los comerciantes vendían comida tradicional judía e israelí. En un conjunto de carpas llamado “Plaza de los rehenes” se colocaron filas de sillas, donde solo se exhibían fotos de los rehenes y la exhortación: “¡Tráiganlos a casa ahora!”.
Lavi agradeció a los manifestantes locales por su valentía al abogar por su familia. Dijo que Miran era un jardinero amable y afectuoso, esposo y padre de dos hijos pequeños.
Merav Tsubely, una israelí-estadounidense que asistió al festival desde una ciudad al norte de Boulder, observó mientras las familias de los rehenes agradecían a los asistentes al festival en mensajes de video. Uno de los hijos de Miran apareció en pantalla y dijo en hebreo: “Cuando papá regrese de Gaza, me llevará al jardín de infantes”.
“El solo verlos hablándonos, aquí, con todo lo que están pasando, el hecho de que nos estén apoyando es algo asombroso”, expresó Tsubely, con los ojos llenos de lágrimas. “Simplemente nos recuerda lo conectados que estamos todos”.
Mohamed Sabry Soliman, de 45 años, fue acusado del ataque el jueves en un tribunal estatal de Colorado con 118 cargos, incluidos intento de asesinato, agresión, uso ilegal de explosivos y crueldad hacia los animales. También fue acusado de un crimen de odio en una corte federal.
Soliman, un ciudadano egipcio que, según las autoridades federales, residía sin autorización en Estados Unidos, declaró a la policía que fue impulsado por el deseo de “matar a todas las personas sionistas”, una referencia al movimiento para establecer y mantener un Estado judío en Israel.
La violencia en el centro de Boulder ocurrió en el contexto de la guerra entre Israel y Hamás, que sigue intensificando las tensiones globales y ha contribuido a un incremento del antisemitismo en Estados Unidos. Además, coincidió con el inicio de la festividad de Shavuot, que conmemora la entrega de la Torá al pueblo judío en el Monte Sinaí en Egipto.
Funcionarios de inmigración de Estados Unidos detuvieron el martes a la esposa y cinco hijos de Soliman, quienes también son egipcios. No han sido acusados en relación con el ataque. Un juez federal concedió el miércoles una solicitud para bloquear su deportación.
El Departamento de Policía de Boulder y el FBI colaboraron para proporcionar mayor seguridad en el festival, así como en las sinagogas locales y el Centro Comunitario Judío de Boulder. Agentes resguardaban los puntos de acceso al evento, y el jefe de policía Stephen Redfearn indicó que entre la multitud habría algunos oficiales vestidos de civil. En un tejado cercano al escenario, tres de ellos portaban fusiles y usaban binoculares para vigilar a la multitud mientras drones sobrevolaban la zona.
El padre de Matan Gold-Edelstein estuvo presente el fin de semana pasado y ayudó a extinguir el fuego que provocó quemaduras a una mujer mayor. Gold-Edelstein, un estudiante universitario de 19 años, comentó que el concurrido festival fue una gran muestra de humanidad, independientemente de la religión o las inclinaciones políticas de los asistentes.
“No estamos aquí para apoyar una guerra”, expresó. “Estamos aquí para apoyar nuestra religión, para apoyar a nuestro pueblo y para apoyar a las personas inocentes que aún son rehenes”.
Esta noticia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.
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