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El Real Madrid derrotó al Unicaja en Málaga en el cuarto encuentro de la semifinal de la Liga Endesa (79-86) gracias a una actuación determinante del pívot Edy Tavares, quien firmó un doble-doble de 16 puntos y doce rebotes en un duelo donde Mario Hezonja aportó otros 20 puntos para asegurar el pase a la final, donde los blancos defenderán el título contra el Valencia Basket con la ventaja de jugar en casa.
De esta forma, habrá un choque dominicano en la serie final con Andrés Feliz (Real Madrid) y Jean Montero y Joel Soriano (Valencia) como protagonistas.
El cruce, por tanto, culmina con un global de 3-1. El Real Madrid se impuso en los dos partidos como local, venciendo por 99-81 en el primer encuentro y por 90-75 en el segundo, mientras que el Unicaja logró sobrevivir en el Martín Carpena ganando el tercero por 86-84, pero se quedó sin premio en el cuarto de este martes con el definitivo 79-86 tras ir liderando durante treinta minutos y desinflarse en el último cuarto.
Era casi imposible para los de Ibon Navarro. Lo decían las estadísticas: ningún equipo desde que se juegan eliminatorias por el título de Liga Endesa en 1983 ha remontado un 2-0 en contra en unas semifinales.
Ya son 43 eliminatorias sin milagros como el que se planteó hacer el Unicaja, que sucumbió ante el Real Madrid y se marchó ovacionado en una de las mejores temporadas de su historia, donde ha conquistado cuatro títulos (Supercopa ACB, Copa Intercontinental FIBA, Liga de Campeones FIBA y Copa del Rey).
El Real Madrid va a por la Liga Endesa número 38 de su palmarés. La última vez que ganó dos ligas consecutivas fue en 2018 y 2019 ante Baskonia y Barça, respectivamente. En esta ocasión, el Valencia Basket de Pedro Martínez será el rival a vencer.
El partido fue intenso. Sin Tyson Pérez por un esguince de tobillo sufrido en el partido anterior y sin David Kravish por decisión técnica, Ibon Navarro optó por devolver a la rotación a su cinco más alto, Olek Balcerowski, y a un tres que puede jugar de cuatro y aportar mucho músculo como es Melvin Ejim, que descansó el pasado domingo.
Tres triples consecutivos del Unicaja marcaron una salida arrolladora, con mucha insistencia en el tiro exterior. Yankuba Sima se sentía fuerte en su misión de frenar a Tavares y su equipo, muy aguerrido en defensa.
Un cinco de nueve en triples facturó el Unicaja en el primer cuarto, pero la diferencia no fue mayor por bajar su porcentaje en tiros de dos y porque el Real Madrid encontró dos tiros de Sergio Llull desde la línea de tres que dieron algo de oxígeno (22-16, min 10).
Presionaba el Real Madrid en el segundo cuarto, pero había un equipo que jugaba con una marcha más y ese era el Unicaja. En una de sus rachas, encestó varias canastas seguidas para el 31-21, lo que obligó a Chus Mateo a detener el partido para reajustar a los suyos.
Pero no había fórmula táctica para anular a un Dylan Osetkowski en estado de gracia, que se marchó al descanso con doce puntos fruto de un cuatro de cuatro en triples. En la segunda parte, para desgracia de su equipo, aportó cero puntos en la que pudo ser su última aparición como jugador del Unicaja.
Por su parte, Mario Hezonja, el más consistente de la serie para los madridistas, permitió a los blancos mantenerse conectados al finalizar la primera mitad (43-39) y fue el máximo anotador de la noche con una veintena de puntos.
Siete puntos en cinco minutos de Edy Tavares en su emparejamiento con Olek Balcerowski permitieron al Real Madrid igualar el marcador en el tercer cuarto. Cada jugada, a flor de piel en medio de un ambiente ensordecedor en el Martín Carpena.
El físico lo imponía el Unicaja a través de Ejim y Balcerowski, y así llegaron a estar seis puntos arriba, pero el acierto exterior desapareció y ahí se agarró de nuevo el equipo de la capital, que dominaba en el rebote, pero seguía duplicando a su rival en pérdidas.
Con 63-61 y diez minutos por disputarse, el factor Tavares volvió a escena. Mientras tanto, Unicaja confiaba en sus exteriores para seguir manteniendo la iniciativa que volteó Hezonja con otra de sus intervenciones (69-72), pero Perry respondió con la misma moneda desde el perímetro.
El Unicaja tenía la presión de empatar la serie y cayó en la precipitación. La defensa blanca tuvo mucho que ver, pero los malagueños fallaron varios tiros fáciles y Llull, con su tercer triple, obligó a Ibon a pedir tiempo muerto con 72-77 para los blancos en los últimos cinco minutos.
Perdía el Unicaja por siete puntos con 2:42 en el reloj y el mejor de los blancos, Tavares, se iba al banquillo por su quinta falta. Balcerowski se enfrentó a él en el poste y el gigante caboverdiano cayó en la trampa.
Sin su referencia en la pintura, Facundo Campazzo tomó las riendas con un dos más uno fundamental para asegurar la victoria y el Unicaja, ya sin Osetkowski por acumulación de faltas, solo luchó por inercia, con la impotencia de saber que moriría en la orilla.
La serie se la acabó llevando el Madrid, muy superior en sus dos partidos como local, competitivo hasta el final en el tercero y mejor en el tramo final del cuarto y definitivo.
El vigente campeón buscará revalidar el título en la final ante el Valencia Basket, donde tendrá la ventaja de jugar en casa en una eliminatoria al mejor de cinco partidos.
79- Unicaja (22+21+20+16): Perry (14), Kalinoski (3), Barreiro (0), Osetkowski (12), Sima (6) -quinteto inicial- Díaz (6), Carter (17), Djedovic (0), Tillie (0), Taylor (2), Ejim (11), Balcerowski (8).
86- Real Madrid (16+23+22+25): Campazzo (12), Abalde (3), Hezonja (20), Ndiaye (0), Tavares (16) -quinteto inicial- González (0), Musa (14), Garuba (2), Fernando (4), Feliz (2), Llull (13), Rathan-Hayes (0).
Árbitros: Emilio Pérez Pizarro, Óscar Perea y Jordi Aliaga. Eliminados por acumulación de faltas Dylan Osetkowski y Olek Balcerowski, del Unicaja, y Edy Tavares, del Real Madrid.
Incidencias: Cuarto partido de la eliminatoria de semifinales de Liga Endesa, celebrado en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena ante 10.681 espectadores (lleno).
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