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Inician Festival Mar de Palabras

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El evento, que reúne a un grupo de afamados autores del continente, busca ser el más importante del Caribe.

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El evento, que reúne a un grupo de afamados autores del continente, busca ser el más importante del Caribe. No obstante, destacó la falta de jóvenes en esta actividad.

La tarde del viernes, las palabras parecían fusionarse con un diluvio. Iban y venían e invitaban a navegar junto a los chorros de agua que rodaban como ríos a lo largo de la calle Mercedes, recogiendo todo a su paso. El insoportable atasco vehicular también retrasaría la llegada puntual al inicio del evento. Pero ni la lluvia ni los tapones detuvieron la inauguración oficial del Festival Internacional de Literatura “Mar de palabras”, que por primera vez se desarrolla en la República Dominicana durante este fin de semana, bajo el auspicio de la Fundación René del Risco Bermúdez.

En las palabras de bienvenida, la presidenta del evento y de la Fundación que lleva el nombre del conocido escritor dominicano fallecido prematuramente, la escritora Minerva del Risco, hermana y narradora al igual que René, agradeció a los presentes por asistir a este evento que intenta recuperar la magnitud de nuestra literatura continental en este Caribe lleno de cultura, donde la poesía ha marcado y marca una parte importante en la historia de nuestros pueblos.

Agradeció a un grupo de personas e instituciones que se echaron el Festival a cuestas y dio la bienvenida a los panelistas que a partir de esa misma noche comenzarían a intervenir en los coloquios programados.

Acto seguido, el poeta Basilio Belliard dio lectura a la semblanza del escritor de Puerto Rico Luis Rafael Sánchez, a quien está dedicado el evento.

El primer conversatorio, “América Latina: Entre la fragilidad democrática y las nuevas formas de autoritarismos”, fue un llamado al pensamiento crítico sobre el panorama político en América Latina y en Estados Unidos, en el que participaron Denise Dresser, John Feeley, Alberto Barrera Tyska y Flavio Darío Espinal.

En esta conversación se unieron las voces de escritores de origen mexicano, estadounidense, venezolano y dominicano, en un consenso sobre el “deterioro de la democracia” y críticas ante las “tácticas polarizantes” del gobierno de Donald Trump.

Plinio Chahín, poeta dominicano y director de la facultad de artes de la UASD, comentó luego de este conversatorio que “el coloquio político” le llamó la atención después del acto inaugural.

“En definitiva, yo vine buscando literatura, pero he visto que hay más coloquio de política que literatura. Pero de todas maneras, es interesante oír la situación en que vive Latinoamérica hoy en día con los regímenes totalitarios, antidemocráticos”, dijo.

Luego de una breve intermisión, comenzó el siguiente conversatorio, “Cuando el Caribe no es una postal”. Desde la tarima, los autores Luis Rafael Sánchez, Soledad Álvarez, Carlos Manuel Álvarez y Camilo Hoyos expusieron sus perspectivas sobre los puntos focales de la literatura ambientada en el Caribe.

El último conversatorio de la noche se tituló “La literatura como brújula en tiempos inciertos”, el cual, de la mano de los expositores Juan Gabriel Vásquez, Junot Díaz y Claudia Neira Bermúdez, planteó las posibilidades de la literatura como herramienta para afrontar la realidad.

De esta forma, el primer día del festival finalizó pasadas las 9:00 p. m. de la noche, debido al retraso en el inicio de la inauguración y la prolongación de los paneles.

Con una capacidad de más de 400 personas, el salón San Martí se mantuvo casi lleno durante el primer día de los conversatorios, con una audiencia repartida entre personas mayores de 30 años y otras mayores de 60 años.

A pesar de que Minerva del Risco, directora general del Festival, había manifestado con anterioridad que estaba “apostando a que los jóvenes van a asistir” y que deseaba atraer a muchos jóvenes al festival, la edad promedio de los presentes no reflejó esta proyección.

Al respecto, Plinio Chahín reveló que varios de sus estudiantes en la UASD tenían deseos de asistir al evento, pero que “era demasiado el costo”.

El precio para la entrada a los tres días completos del festival era de RD$3,000, pero también estaban disponibles entradas para las tandas matutinas o vespertinas un solo día a RD$800 o la entrada a únicamente el acto inaugural a RD$650.

Chahín afirmó creer en la existencia de una barrera entre la clase popular y los espacios literarios, ya que al cobrarse un “valor simbólico” se limita la asistencia, incluso de personas afines a la literatura, como los poetas.

“El poeta no tiene dinero en este país. Y para el poeta vivir, tiene que trabajar en diferentes lugares, dedicarse a otras cosas que no necesariamente tienen que ser la literatura”, expresó Chahín.

Sin embargo, también mencionó que existen otras alternativas, como el festival “Centroamérica Cuenta”, que se realizó sin costo alguno hace pocos años.

“Pero, de todas maneras, esto es interesante porque se está haciendo un evento que llama al público, aunque sea un poco de élite, al público a la reflexión, a acercarse a la política, la literatura”, concluyó.

Miguel D. Mena, sociólogo y editor literario, compartió que ha presenciado un “surgimiento de una nueva generación de lectores”, los cuales presentan “sensibilidades” en temas extranjeros gracias a las redes sociales y la migración.

Según explicó, se ha fijado en este fenómeno a través de sus visitas a la librería Cuesta y en las redes sociales.

“Hay muchos espíritus jóvenes en Instagram y ahí tú puedes ver con la emoción con la que ya te describen lo que leen”, dijo.

Entonces, sobre la ausencia del público joven, el sociólogo dijo que comprende que es normal que este público no pueda pagar esta actividad, pero que entiende “que tengan que cobrar por ese tipo de detalle”.

“Yo celebro que se desarrolle esta actividad, creo que es muy importante. Yo le recomendaría tal vez en el futuro que trate de pensar un espacio para público joven. Naturalmente, el problema del público joven es que tal vez no pueda pagar lo que cuesta y esto tiene su costo. Esto, naturalmente, ya que comenzase a habituarse la idea de que la literatura también necesita un tipo de impulso. En este país la gente todo el mundo quiere los libros regalados, todo regalado. Y hay cosas que cuestan”, enfatizó.

De todas formas, aún queda la expectativa de si esto cambiará y se presentarán jóvenes los próximos dos días del festival.

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