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El basquetbolista Karl-Anthony Towns salió en defensa de su colega, el beisbolista Ketel Marte, quien fue víctima de un lamentable suceso en un partido de Grandes Ligas, al ser blanco de un hiriente comentario sobre su difunta madre.
El incidente tuvo lugar el martes por la noche, durante el encuentro entre los Arizona Diamondbacks y los Medias Blancas de Chicago. En la sexta entrada, mientras Marte aguardaba su turno al bate en el círculo de espera, un aficionado desde las gradas profirió un grito ofensivo que hacía alusión directa a su madre, quien falleció trágicamente en un accidente de tránsito en República Dominicana en 2017.
Visiblemente afectado, Marte no pudo contener las lágrimas en pleno campo de juego. Las cámaras capturaron el emotivo instante en que el jugador se cubría el rostro, mientras era consolado por varios compañeros de equipo. La escena desató una ola de reacciones en redes sociales y en el mundo del deporte.
A través de la red social X (antes Twitter), Karl-Anthony Towns — quien también perdió a su madre, Jacqueline Cruz, en 2020 a causa del COVID-19 — compartió un mensaje de empatía y respaldo:
“Ningún atleta merece ser atacado de esa manera. Mi corazón está con Ketel. Como alguien que también ha sufrido esa pérdida, entiendo ese dolor. Estamos contigo, hermano.”
La organización de los Arizona Diamondbacks emitió un comunicado oficial condenando enérgicamente la conducta del aficionado y reafirmando su compromiso con el respeto dentro y fuera del terreno:
“No toleraremos ningún tipo de falta de respeto hacia nuestros jugadores o sus familias. El béisbol debe ser un espacio seguro para todos.”
Compañeros de equipo, fanáticos y personalidades del deporte también se unieron a las muestras de apoyo hacia Marte, destacando su fortaleza emocional y recordando el legado de su madre.
Las Grandes Ligas, por su parte, han reiterado su postura de tolerancia cero ante cualquier forma de acoso o abuso verbal en los estadios.
Este lamentable episodio reabre el debate sobre los límites del comportamiento de los aficionados y la necesidad de garantizar espacios deportivos libres de violencia emocional y verbal.
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