Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
Cádiz (1973). Redactor y editor, especializado en tecnología. Escribe profesionalmente desde 2017 para medios y blogs en español.
¿Alguna vez has tenido un pequeño escalofrío al ver el 9 % en la parte superior de la pantalla de tu móvil? Si sentiste el impulso inmediato de buscar un enchufe o un cargador portátil, no eres el único. Esa reacción se ha denominado “ansiedad por batería baja” o “nomofobia”, el temor a estar sin el móvil, y cada vez afecta a más personas. La dependencia del smartphone en nuestra vida ha transformado el nivel de batería en un factor que condiciona nuestro estado de ánimo. No importa si estás en casa o en plena calle, ver que te quedas sin batería puede alterar tus planes, tu atención e incluso tu humor.
Vivimos conectados. Aplicaciones de mensajería, redes sociales, mapas, pagos, citas médicas, correos del trabajo… El móvil se ha convertido en una extensión de nuestro cuerpo. Y como toda herramienta esencial, genera inseguridad cuando falla o amenaza con apagarse.
Para algunas personas, este miedo a quedarse sin batería genera síntomas reales como inquietud, sudoración, nerviosismo y la necesidad urgente de recargar. Aunque pueda parecer exagerado, varios estudios ya han comenzado a analizar esta relación entre la autonomía del móvil y la salud mental.
El término “battery anxiety” ha surgido en estudios de psicología digital que exploran nuestra dependencia tecnológica. No se trata solo de una sensación pasajera, ya que algunas investigaciones asocian esta ansiedad con trastornos más amplios como la nomofobia o miedo a perderse algo.
Asimismo, según una encuesta de LG realizada en 2016, más del 90 % de los usuarios encuestados afirmaban sentir estrés cuando su móvil estaba por debajo del 20 % de batería. El simple hecho de ver ese icono en rojo podía influir en su comportamiento diario.
Aunque pueda parecer trivial, combatir esta ansiedad implica una mejor gestión del uso del móvil y de la energía. Algunas pautas sencillas pueden ayudarte:
El miedo a quedarnos sin batería está muy relacionado con la sensación de no estar disponibles para los demás o para lo que ocurre en el mundo. Pero desconectar también es necesario, así que la ansiedad por batería baja merece una mejor gestión. Establecer límites, programar descansos y, por qué no, dejar que el móvil se apague de vez en cuando, puede ser más saludable de lo que parece. Al final, no se trata solo de conservar batería, sino de conservar la calma.
Agregar Comentario