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Washington y Nueva York. Los ataques militarizados contra migrantes y sus defensores en Los Ángeles son consecuencia directa de órdenes de la Casa Blanca para ampliar las redadas más allá de “criminales” contra cualquier inmigrante indocumentado donde se encuentren, mientras que el presidente Donald Trump declaró este martes que lo que se está haciendo ahora en Los Ángeles se extenderá por todo el país.
Las órdenes para expandir las redadas de indocumentados fueron el resultado del fracaso del gobierno de Trump de cumplir su promesa de deportaciones masivas de “criminales” extranjeros que “invaden” Estados Unidos. Ante el fracaso, Stephen Miller, asesor presidencial y arquitecto de la agenda antimigrante de la Casa Blanca, visitó la sede de las oficinas del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) donde expresó su frustración.
“Salgan y arresten a extranjeros ilegales”, instruyó Miller a los líderes de ICE. En lugar de hacer listas de indocumentados “criminales”, Miller les dijo que fueran a “Home Depot donde típicamente se juntan jornaleros para esperar que los contraten, o las tiendas de autoservicio 7-Eleven”, reportó el Wall Street Journal. En la reunión, los jefes de ICE aceptaron la tarea y con ello iniciaron las redadas más agresivas y amplias a lugares de trabajo, estacionamientos donde esperan jornaleros y tribunales de inmigración con las operaciones de mayor perfil en ciudades y estados demócratas. Miller había fijado una meta de 3 mil detenidos por día.
Cuando estallaron protestas en varias ciudades como Los Ángeles, Chicago, Phoenix y Nueva York, Trump respondió amenazando con intensificar sus operativos y maniobró para recuperar su mensaje de su primera presidencia de que ciudades bajo gobiernos demócratas suelen estar fuera de control mientras albergan -bajo medidas de santuario para inmigrantes- a criminales violentos.
La respuesta feroz -pero generalmente pacífica- en Los Ángeles contra las redadas ordenadas por Trump fue utilizada por el mandatario para justificar una militarización de los operativos antimigrantes. Preguntado este martes sobre su envío de hasta 4 mil tropas de la Guardia Nacional y 700 marines a Los Ángeles, Trump respondió que “frenamos un desastre, y parece que era un desastre planeado. Ellos [los manifestantes] tenían armas, tenían herramientas. Son gente muy peligrosa. Fueron enfrentados con una fuerza pesada y se doblegaron”.
Pero no hubo señales de que el movimiento de resistencia se hubiera doblegado en Los Ángeles. De hecho las protestas contra ICE y las redadas, en solidaridad con sus contrapartes en Los Ángeles, se han registrado decenas de protestas alrededor del país durante los últimos tres días. Algunos medios han contado por lo menos 25 manifestaciones – algunas con solo decenas, otras con miles de participantes- en ciudades a través del país solo entre el lunes y este martes, reportó NBC News. Estas incluyen protestas, todas pacíficas con excepciones de unos pocos individuos, en Los Ángeles, San Francisco, San Diego, Atlanta, Chicago, Las Vegas, Dallas, San Antonio, Portland, Charlotte, Filadelfia, Washington y Nueva York.
En Nueva York, cientos se manifestaron al lado del edificio federal que incluye las oficinas de ICE y tribunales de inmigración, coreando “ICE Fuera de Nueva York”. Anunciaron que se repetirán todos los días esta semana.
Trump anunció que lo que su gobierno está haciendo en Los Ángeles se hará en el resto del país. Indicó que habrá más redadas antimigrantes alrededor del país parecidas a las que se realizaron desde el viernes en la principal ciudad de California y advirtió que si hay protestas-“disturbios” en su vocabulario- en respuesta, serán confrontados con “una fuerza igual o mayor” que la empleada por su gobierno en Los Anheles.
El gobernador de California, Gavin Newsom, declaró que la decisión del presidente de desplegar la Guardia Nacional no es solo ilegal -su gobierno está interponiendo una demanda legal contra la Casa Blanca- sino que “ha creado las condiciones” para la crisis y violencia en Los Ángeles. “Estos son los actos de un dictador, no un presidente”, acusó Newsom en las redes sociales.
Trump está buscando mantener el enfoque sobre lo que dice es una persecución de inmigrantes “criminales” y violentos, ahora defendidos por políticos demócratas y manifestantes. La Casa Blanca emitió una lista de 6 indocumentados acusados de delitos graves que afirma fueron arrestados en Los Ángeles. Trump también acusó que manifestantes en Los Ángeles estaban escupiendo contra tropas de la Guardia Nacional, y ordenó que “si ellos escupen, nosotros golpeamos”.
Pero con reportes de violencia de las autoridades, incluyendo periodistas heridos por balas de goma y legisladores federales impedidos de ingresar a centros de detención para observar las condiciones, no queda claro si Trump logrará sostener su campaña de agresión.
Más aún, los costos del despliegue de 4 mil tropas de la Guardia nacional y 700 marines a Los Ángeles se calculan en más de 134 millones de dólares, informó un oficial del Pentágono al Congreso.
Los arrestos de líderes laborales y comunitarios en las protestas están alimentando la oposición a estas medidas entre amplios sectores de la población. Y aunque una mayoría -53 por ciento- de la opinión pública apoya la deportación de “criminales”, esa aprobación se desploma de manera dramática cuando se trata de la deportación de personas que no han cometido ningún delito, según una encuesta de CBS News.
Sin embargo, Trump ha mantenido su intolerancia para manifestantes y expresiones de disidencia contra él o sus políticas. advirtió que en el desfile militar que está preparando para el festejo del 250 aniversario del Ejército como también su cumpleaños el próximo 14 de junio en Washington, que “si hay cualquier manifestante que quiera salir, será confrontado con una fuerza muy grande… estas son personas que odian a nuestro país”.
Al cierre de esta edición, la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, decretó el toque de queda nocturno en una parte del centro de la ciudad para frenar “el saqueo, para detener el vandalismo”.
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