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Washington, D.C. — La Corte Suprema de Estados Unidos autorizó este lunes al gobierno del expresidente Donald Trump a retomar las deportaciones de migrantes hacia países diferentes a sus lugares de origen, sin ofrecerles la oportunidad de demostrar los peligros que podrían enfrentar en esos destinos. Esta decisión representa un nuevo apoyo judicial a las políticas migratorias más estrictas impulsadas por la administración republicana.
La resolución del máximo tribunal revoca una orden previa emitida por el juez de distrito Brian Murphy, en Boston, el pasado 18 de abril, que obligaba al gobierno a brindar a los migrantes una “oportunidad significativa” para expresar su temor a sufrir tortura u otros abusos en los llamados “terceros países”. Mientras se resolvía el litigio, esta medida buscaba resguardar los derechos básicos de los solicitantes de asilo.
La nueva decisión de la Corte Suprema — emitida sin firma ni argumentación, como suele suceder en casos urgentes — da el visto bueno a la administración para proseguir con su estrategia de externalización de deportaciones, a pesar de las críticas generalizadas por parte de organizaciones de derechos humanos.
En una opinión disidente particularmente contundente, la jueza Sonia Sotomayor, apoyada por los otros dos magistrados de tendencia liberal, tildó la acción de la mayoría como “un abuso flagrante” de la discrecionalidad judicial. Sotomayor lamentó que la Corte anteponga los procedimientos gubernamentales sobre la vida e integridad de miles de personas migrantes.
“Aparentemente, el tribunal considera que la idea de que miles de personas sufran violencia en lugares remotos es más aceptable que la remota posibilidad de que un tribunal de distrito se haya excedido en sus facultades correctivas al ordenar al gobierno que proporcione la notificación y el proceso al que los demandantes tienen derecho constitucional y estatutariamente”, escribió la magistrada.
La medida podría afectar de forma directa a migrantes provenientes de América Latina y otras regiones que buscan asilo en Estados Unidos, al exponerlos a la posibilidad de ser enviados a países con los que nunca han tenido vínculo alguno y donde podrían enfrentar condiciones peligrosas o inestables.
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