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INDIANÁPOLIS, AP. — Los Indiana Pacers y el Oklahoma City Thunder poseen dos de los ataques más sobresalientes de la NBA. No obstante, las aspiraciones al título de este año podrían decidirse en otro frente: ¿quién exhibe la mejor defensa?.
A pesar de que ambos conjuntos han hecho mejoras significativas respecto a sus respectivas plantillas de la pasada temporada en las finales y semifinales de conferencia, el entrenador de los Pacers, Rick Carlisle, quien guio a Dallas en su única conquista del título en 2010-11, conoce la dificultad del desafío, especialmente contra Oklahoma City.
Esa combinación llevó al Thunder a obtener 68 victorias en la temporada regular, un récord en la liga, y a asegurarse el primer puesto en la Conferencia Oeste por segundo año seguido.
Al parecer, solo fue un ensayo. En su primera participación en las Finales desde 2012, la defensa anotadora del Thunder se ha vuelto aún más imponente: solo ha permitido 106.3 puntos por encuentro, frente a los 107.6 de los primeros 82 enfrentamientos, y ha limitado a menos de 100 puntos a sus rivales en la mitad de sus 12 victorias en postemporada.
Aunque Indiana no ha alcanzado esas cifras, eliminó a tres equipos — Nueva York, Cleveland y Milwaukee — que promediaron más de 115 puntos cada uno en la temporada regular. En 16 partidos de playoffs, lograron que esos tres equipos se quedaran por debajo de sus promedios en 11 ocasiones.
Naturalmente, el entrenador del Thunder, Mark Daigneault, ha estado tomando nota.
“Si observan esta racha de playoffs, notarán lo difíciles que son para sus contrincantes, y su forma de defender contribuye a la identidad de su equipo.
No es solo el ataque”, comentó. “Su filosofía defensiva está muy en sintonía con su filosofía ofensiva, lo que añade un toque especial al juego cuando te enfrentas a ellos. Es complicado jugar contra ellos, como se puede apreciar en la forma en que han transitado por la Conferencia Este para llegar hasta aquí”.
Sus plantillas también se construyeron de manera similar.
Ambos equipos son jóvenes, se apoyan en bancas profundas para desgastar a sus oponentes en los minutos finales y se nutren de las pérdidas de balón.
El Thunder promedia 21.3 puntos por partido, la mejor marca de la postemporada, gracias a las pérdidas de balón, mientras que los Pacers son segundos con 18.5.
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