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La dictadura de Nicolás Maduro y la crisis política en Haití podrían ser el detonante de una posible ruptura de Estados Unidos con la OEA

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Rubio ya cumplió con su tarea y para la OEA asignó cero dólares en el presupuesto 2026 del Departamento de Estado.

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Rubio ya cumplió con su tarea y para la OEA asignó cero dólares en el presupuesto 2026 del Departamento de Estado. Sin los fondos de Estados Unidos, el foro regional es un fantasma desamparado.

Donald Trump y Marco Rubio durante la cumbre de la OTAN en La Haya (Reuters)

Rubio designó como subsecretario de Estado a Chris Landau, quien también conoce mucho de América Latina: se crió en Paraguay, Chile y Venezuela, fue embajador en México y habla español fluidamente.

En la Asamblea General de la OEA que concluyó hace dos días en Antigua, Landau expuso las condiciones de Estados Unidos para continuar en el foro regional.

Sin eufemismos diplomáticos, el subsecretario de Estado se refirió a la dictadura en Venezuela y a la crisis institucional en Haití, dos temas complejos que fueron tratados de manera zigzagueante por la OEA.

“El año pasado, el mundo entero fue testigo de una elección robada descaradamente en Venezuela. La oposición no solo ganó de forma abrumadora, sino que tenía las pruebas para demostrarlo: las “actas”. El régimen ni siquiera se molestó en disputar seriamente la validez de las “actas” o el fraude electoral. En respuesta a ese descarado fraude electoral, ¿qué ha hecho esta organización? Por lo que podemos ver, nada sustancial”, describió Landau.

Y agregó: “El régimen de Chávez/Maduro ha llevado a Venezuela de ser una de las naciones más prósperas de nuestro hemisferio a una de las más desafortunadas, sometiendo a su pueblo a una pobreza lamentable y represión política, y dejando a millones con pocas opciones más que huir. Muchos, si no la mayoría de los países representados en esta mesa son hogar de cientos, miles, decenas de miles, cientos de miles o incluso millones de refugiados venezolanos”.

En este contexto, la postura de Landau en nombre de la Casa Blanca fue simple y directa: si la OEA no adopta una postura crítica contra el régimen de Nicolás Maduro, Estados Unidos renunciaría como miembro antes de que termine 2025.

Lula da Silva y Nicolás Maduro durante una reunión oficial en Brasilia (Reuters)

Lula da Silva, Luis Arce, Gabriel Boric, Gustavo Petro y Claudia Sheinbaum marcaron la agenda de la OEA con respecto al régimen venezolano y al fraude electoral cometido contra la fórmula triunfante que lideraron Edmundo González Urrutia y María Corina Machado.

Entonces, ante la ofensiva diplomática planteada por Landau y la posición ideológica de Brasil y sus aliados regionales, la OEA será escenario de la pugna entre dos proyectos geopolíticos opuestos en la región.

Trump pretende acabar con las dictaduras en Venezuela, Cuba y Nicaragua, mientras que Da Silva, Arce, Boric, Petro y Sheinbaum tienen una actitud contemplativa respecto a los regímenes que controlan Maduro, Miguel Díaz-Canel y Daniel Ortega

Protesta en Haití para reclamar por seguridad ante los actos delictivos que ejecutan las bandas en la ciudad de Puerto Príncipe

“La crisis en curso en Haití es desalentadora. Las pandillas armadas controlan las calles y los puertos de la ciudad capital, y el orden público allí prácticamente ha colapsado. Mientras Haití desciende al caos, la crisis humanitaria, de seguridad y de gobernanza que está teniendo lugar repercute en toda la región. Y, de nuevo, ¿qué ha hecho esta organización?”, se preguntó Landau, con ácida retórica.

Y completó ante un auditorio enmudecido: “De nuevo, si la OEA no está dispuesta o no puede desempeñar una función constructiva en Haití, entonces debemos preguntarnos seriamente por qué existe la OEA”.

Albert Ramdin, secretario General de la OEA

La presión de Estados Unidos por Venezuela y Haití será enfrentada por Da Silva y sus socios, y además pondrá a prueba la capacidad diplomática de Albert Ramdin, secretario General de la OEA.

Marco Rubio y Albert Ramdin durante un encuentro oficial en Surinam

“Permítanme ser claro: no estoy mencionando a Venezuela y Haití para culpar. Más bien, estoy aquí para tender un puente de amistad a esta organización y a cualquiera que lo acepte. Pero la amistad es una calle de doble sentido. El secretario Rubio y yo debemos poder decirle a nuestro Presidente y a nuestro pueblo que nuestra inversión sustancial en esta organización beneficia a nuestro país. No estoy seguro de que estemos en posición de hacer eso en este momento, y les pido de buena fe que me ayuden a presentar este argumento”, sostuvo Landau en su discurso ante la Asamblea General de la OEA

Y concluyó: “Este no es un momento para meras palabras y consignas sobre solidaridad hemisférica. Es hora de que la OEA muestre resultados. Apoyemos a los pueblos de Venezuela y Haití no solo con palabras, sino con hechos. Rechacemos los regímenes autoritarios y antidemocráticos y a aquellos que buscan venganzas políticas a través del proceso judicial”.

La OEA inicia su período de vacaciones de verano, y no habrá ninguna decisión política de fondo hasta principios de septiembre, si no hay cambios en la rutina tradicional del foro regional.

Pero cuando la temperatura empiece a bajar en Washington, la OEA estará obligada a responder institucionalmente al planteamiento de Landau en Antigua, que es la posición oficial de Estados Unidos.

Si la OEA respeta el mandato político que está en su Carta, Venezuela y Haití deberían ser asuntos clave en su agenda del último trimestre de 2025.

En cambio, si Brasil, Chile, Bolivia, Colombia, México y Uruguay deciden rechazar las exigencias de la Casa Blanca, es muy probable que la OEA entre en una crisis institucional sin precedentes.

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