Salud

La dieta mediterránea disminuye la probabilidad de tomar fármacos psiquiátricos

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El estudio se basa en datos del estudio ‘PREDIMED’, que evalúa el impacto de la dieta mediterránea en la prevención primaria de la enfermedad cardiovascular.

Seguir una dieta mediterránea y practicar ejercicio se asocia con una menor iniciación en el consumo de los tres fármacos psiquiátricos principales: antidepresivos, ansiolíticos y antipsicóticos, así como en una menor iniciación en el consumo de anticonvulsivos, relacionados con enfermedades neurológicas.

Así lo demuestra un estudio liderado por el Instituto de Investigación del Hospital del Mar y la Facultad de Ciencias de la Salud Blanquerna-Universitat Ramon Llull. El trabajo, el primero que describe la relación entre dieta saludable y riesgo de inicio de consumo de estos fármacos, se publica en la revista ‘Age and Ageing’.

El estudio se basa en datos del estudio ‘PREDIMED’, que evalúa el impacto de la dieta mediterránea en la prevención primaria de la enfermedad cardiovascular. En concreto, se analizaron datos de entre 6.000 y 7.000 participantes en este proyecto.

Se trata de personas de edad avanzada, con una edad media de 67 años, en riesgo de enfermedad crónica (el 14 por ciento eran fumadores, el 45 por ciento tenían sobrepeso y el 47 por ciento obesidad), a los cuales se les hizo seguimiento durante casi cinco años.

Durante el estudio, el 7,9 por ciento de los participantes comenzaron a tomar antidepresivos, el 8,8 por ciento ansiolíticos, el 1,1 por ciento antipsicóticos y el 2,8 por ciento, anticonvulsivos.

“Seguir una dieta mediterránea está asociado a una menor iniciación de las tres principales medicaciones psiquiátricas: antidepresivos, ansiolíticos y antipsicóticos, así como una menor iniciación en medicamentos anticonvulsivos, vinculados a enfermedades neurológicas. En el caso de la actividad física, las asociaciones son más débiles y se centran en antidepresivos, ansiolíticos y anticonvulsivos”, destacó el investigador del Instituto de Investigación del Hospital del Mar y del área de Enfermedades Cardiovasculares del CIBER (CIBERCV), Álvaro Hernáez.

El trabajo indica que cada punto de incremento en la adherencia a la dieta mediterránea, medida en una escala de 0 a 14, se relaciona con una menor iniciación de antidepresivos, un 28 por ciento menos, de ansiolíticos, un 25 por ciento menos, de antipsicóticos, un 23 por ciento menos, y de anticonvulsivos, un 23 por ciento menos.

En cuanto a la actividad física, un incremento equivalente a caminar de forma intensa 40 minutos a la semana, hacer pilates o clases de baile o aeróbicos 30 minutos a la semana en aquellas personas con valores más bajos de ejercicio diario, se asocia con una menor iniciación de antidepresivos, un 20 por ciento menos, y de ansiolíticos, un 15 por ciento menos.

También se asocia con un 40 por ciento menos de riesgo en el inicio del consumo de anticonvulsivos en cualquier persona.

“Las asociaciones son más fuertes cuando se pasa de un bajo seguimiento de la dieta mediterránea a iniciarse en ella y de no hacer actividad física a empezar a hacerla”, apunta Hernáez.

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