La extensión de RD en la UE, ¡un tesoro!

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

El espíritu de asociación de los chinos, quienes establecen dinámicos centros comerciales por todo el país, lo cual genera recelos en sus competidores locales y en los recaudadores de impuestos, cuenta con el respaldo de un nacionalismo proveniente de Pekín. Su embajada los respalda sin dejar de recordarles que deben acatar las normas dominicanas. Una advertencia diplomática para reiterar compromisos. Sirva de ejemplo lo que parece estar reproduciendo la Dirección General de Aduanas, aprovechando a la comunidad de minoristas nacidos aquí o de segunda generación que habitan una parte de Estados Unidos con al menos 400 supermercados independientes; sin contar unos doscientos compatriotas más que operan en la informalidad como proveedores al por menor. Además, en empleos administrativos estatales, en el sector de la salud y en la cosmética exitosa, la laboriosa y rentable presencia de los dominicanos explica el creciente volumen de las remesas.

La iniciativa de Aduanas que merece destacarse por su creatividad es la de potenciar las capacidades de exportación a través de los funcionales colmados de perfil banilejo, aunque establecidos por comerciantes de varias provincias que, en Nueva York, impulsan las formas de comprar y comer de la diáspora, alrededor de la cual ha crecido un baluarte migratorio de la hispanidad. Un encuentro reciente en la gran urbe comenzó a crear una conexión entre productores y exportadores nacionales y la red de intermediarios, enfocados principalmente en los consumidores latinos, para distribuir por ellos los productos generados en República Dominicana y respaldar otras áreas organizadas de las ventas a hispanos en la ciudad de los rascacielos. El concepto “dominicanyork” implica una doble nacionalidad en materia de derechos ciudadanos, lo que lleva a los dominicanos a obtener el estatus de estadounidenses o residentes para protegerse y adaptarse a las prioridades institucionales del Primer Mundo. La comunidad de inmigrantes provenientes de esta tierra se distingue por su alta tasa de formalización de las condiciones legales necesarias para cada lugar donde se establece la residencia.