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El polvo del Sahara es un evento que sucede con frecuencia y afecta la salud respiratoria de niños y adultos. Estos problemas podrían agravarse, advirtió la doctora Ángela Araujo, internista y neumóloga.
Puede causar y agudizar problemas respiratorios, insiste la profesional.
El polvo del Sahara se compone de una masa de partículas de arena que se forma sobre el desierto del Sahara debido a los fuertes vientos en la región norte de África, dicho polvo es transportado por los vientos hacia otras regiones de África, Europa y llegando hasta América, explica la especialista.
“Su problema reside en el contenido del mismo, además de que las partículas son de un tamaño que puede afectar las vías respiratorias inferiores (menores de cinco micras)”. Este polvo contiene bacterias, virus, esporas, hierro, mercurio y pesticidas, sustancias que junto con el polvo provocarán un aire insalubre y el inicio de diversas enfermedades, insiste Araujo.
Desde el punto de vista respiratorio, el polvo del Sahara puede desencadenar la exacerbación de enfermedades respiratorias previas, como asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, alergia y atopia, rinitis y la aparición de alergias oculares y dermatológicas.
Puede causar golpes de calor y la aparición de infecciones respiratorias agudas, asegura.
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Recomendaciones
Se recomienda a los pacientes con enfermedades respiratorias preexistentes no suspender su medicación regular, para evitar exacerbaciones, además de esto.
Se aconseja el uso de mascarillas en espacios abiertos, lavado frecuente de la cara y las manos, uso de gafas cerradas y beber mucha agua. Ante la persistencia de síntomas, se debe consultar al médico.
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