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Washington DC.- La Oficina Federal de Prisiones deberá seguir ofreciendo terapia hormonal y adaptaciones sociales a centenares de reclusos transgénero, pese a una orden ejecutiva firmada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que interrumpió los tratamientos médicos, según un fallo de un juez federal.
El juez Royce Lamberth determinó que una ley federal prohíbe a los funcionarios de prisiones privar arbitrariamente a los reclusos de medicamentos y otras adaptaciones de estilo de vida, que el propio personal médico de la oficina ha considerado adecuadas.
El juez resaltó que los reclusos transgénero que interpusieron una demanda para bloquear la orden ejecutiva de Trump buscan disminuir la angustia personal ocasionada por su disforia de género, el malestar que una persona siente porque su género asignado al nacer y su identidad de género no coinciden.
“Considerando las razones mayormente personales de los demandantes para recibir cuidados de afirmación de género, ni la Oficina de Prisiones ni la Orden Ejecutiva exponen una explicación seria de por qué las modalidades de tratamiento cubiertas por la Orden Ejecutiva o los memorandos de implementación deberían gestionarse de forma diferente a cualquier otra intervención de salud mental”, redactó el juez.
La Oficina de Prisiones está proporcionando terapia hormonal a más de 600 reclusos diagnosticados con disforia de género; y tampoco disputa que la disforia de género puede generar efectos secundarios graves, como depresión, ansiedad y pensamientos suicidas, señaló el juez.
La orden ejecutiva del presidente republicano exigía que la oficina revisara sus políticas de atención médica para evitar que los fondos federales se emplearan “con el fin de modificar la apariencia de un recluso para que se asemeje al sexo opuesto”.
El fallo de Lamberth no se restringe a los demandantes nombrados en el litigio. Aceptó certificar una clase de demandantes que abarca a cualquier individuo que esté o vaya a ser encarcelado en prisiones federales.
La orden de Trump también instruía a la Oficina de Prisiones a garantizar que “los hombres no fueran detenidos en prisiones de mujeres”.
No obstante, en febrero, Lamberth prohibió temporalmente a los funcionarios de prisiones transferir a tres mujeres transgénero encarceladas a instalaciones para hombres y que les cancelaran el acceso a la terapia hormonal.
Los demandantes están representados por abogados del Centro de Derecho Transgénero y la Unión Americana de Libertades Civiles.
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