“Legado”, la joya española que aterrizó en Netflix, ¡sin avisar!

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La historia tiene algo que la hace funcionar, y quizás sea su ritmo: ocho episodios sin relleno con suficiente tensión para mantenernos enganchados. O tal vez sea el propio José Coronado, que encarna a Federico Seligman con esa fuerza interpretativa a la que ya nos tiene acostumbrados.

Cuando alguien te recomienda una serie con tanta insistencia, es común que uno sienta escepticismo. Eso puede suceder con “Legado”, la nueva producción española de Netflix, protagonizada por José Coronado.

Mucha gente puede acercarse a verla con pocas expectativas, la verdad. No obstante, basta un par de episodios para darse cuenta de que se está frente a una historia que, aunque no reinventa el género, sabe cómo atrapar.

La premisa no es nueva: un magnate regresa a su imperio tras un tiempo ausente y descubre todo patas arriba.

Hijos enfrentados, intereses encontrados y una empresa que ya no funciona bajo sus normas.

“Legado” tiene algo que la hace funcionar. Tal vez sea su ritmo, ocho episodios sin relleno con suficiente tensión para mantenernos enganchados, o quizás sea el propio Coronado, que encarna a Federico Seligman con esa fuerza interpretativa a la que ya nos tiene acostumbrados.

Su personaje es el eje central, y aunque hay momentos en que los personajes secundarios se sienten poco profundos, su presencia basta para sostener la historia.

Muchos han querido compararla con “Succession”, incluyéndome, y aunque las similitudes están presentes (poder, familia, traiciones, secretos), la serie española toma un rumbo diferente. Aquí hay menos cinismo y más emoción, menos sátira y más drama personal. No es una copia, sino una interpretación con una mirada muy propia.

El problema es que, al querer abarcar tanto: política, medios de comunicación, disputas familiares, escándalos sociales, a veces la serie roza la superficialidad.

Pero, insisto, eso no es necesariamente negativo: no busca ser perfecta, sino sumergirnos en un mundo de poder que quizás muchos desconocemos.

Se dice que la prensa es el cuarto poder. Tener a mano informaciones puntuales e importantes te otorga una especie de inmortalidad, y la serie lo muestra y lo refleja a la perfección.

“Legado” entretiene y nos mantiene expectantes, genera conversación y nos adentra en temas familiares delicados.

La serie atrapa sin hacer mucho ruido. Es de esas historias que uno empieza por compromiso y termina recomendando. Y en un panorama saturado de series que intentan aparentar más de lo que son, encontrar una historia sólida, que no aspira a la grandeza pero sabe contar lo suyo, es más que suficiente.