Tecnologia

Lo que compartes en redes sociales te define y hoy, 30 de junio, hay que considerarlo

8747443151.png
Escribiendo profesionalmente desde 2017 para medios y blogs en español.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

Cádiz (1973) Redactor y editor especializado en tecnología. Escribiendo profesionalmente desde 2017 para medios y blogs en español.

Las redes sociales son ahora el escenario principal de nuestra vida digital. Desde que empezamos a compartir fotos, pensamientos o vídeos cortos, nuestra manera de comunicarnos ha cambiado drásticamente. Ya no se trata solo de hablar o escribir: ahora nos definimos por lo que publicamos, lo que comentamos y lo que consumimos en pantalla.

Un día como hoy, el 30 de junio, se celebra el Día Mundial de las Redes Sociales, una fecha establecida en 2010 por la plataforma Mashable para reconocer el impacto global de estas herramientas. Y motivos no faltan: Facebook, Instagram, X, TikTok o LinkedIn no solo son plataformas, son entornos donde trabajamos, nos informamos, creamos lazos y construimos identidades.

De diarios personales a escaparates públicos

Las redes sociales comenzaron siendo una especie de diario digital compartido. Hoy, en cambio, se han convertido en una mezcla de álbum familiar, canal de noticias y escaparate personal. Lo íntimo y lo público se entrelazan, generando una sensación de exposición constante. Cada publicación puede ser una declaración de intenciones, una búsqueda de validación o una forma de posicionarse ante el mundo.

Esta transformación ha traído consigo beneficios evidentes: cercanía, conexión, visibilidad, libertad de expresión y nuevas oportunidades laborales. Pero también ha arrastrado desafíos importantes. El exceso de comparación, la ansiedad por los ‘likes’, la pérdida de privacidad o la dificultad para desconectar se han convertido en problemas comunes entre usuarios de todas las edades.

Una de las grandes paradojas de este entorno es que, mientras creemos elegir lo que vemos, en realidad es el algoritmo quien decide. A través de nuestros gustos, clics y visualizaciones, las redes nos perfilan y nos muestran contenidos diseñados para mantenernos conectados el mayor tiempo posible.

Así, cada gesto digital alimenta un modelo de negocio basado en los datos, donde el producto somos nosotros. Esta lógica ha dado pie a críticas sobre la manipulación informativa, la polarización de ideas y la dependencia emocional que pueden generar algunas plataformas.

Nuevas formas de comunicar y movilizar

No todo es negativo. Las redes han sido también herramientas fundamentales para movimientos sociales, denuncias ciudadanas o campañas solidarias, y la visibilidad del colectivo LGTBIQ+ ha encontrado en estas plataformas un altavoz global imposible de imaginar hace solo dos décadas.

Además, han democratizado la comunicación. Cualquiera puede crear contenido, llegar a una audiencia, encontrar su nicho y, con suerte, vivir de ello. La figura del influencer, aunque criticada, representa una nueva forma de emprendimiento digital basada en la conexión directa con la audiencia.

Cuando desconectar se convierte en necesidad

La saturación es real. Muchos usuarios han empezado a establecer límites: usar el móvil solo ciertas horas, eliminar apps del teléfono, practicar el detox digital o incluso regresar a teléfonos sin internet. La necesidad de reconectar con lo real, de recuperar la atención y el silencio, es cada vez más urgente.

Por eso, este Día Mundial de las Redes Sociales no es solo una ocasión para celebrar. También puede ser una oportunidad para preguntarnos cómo usamos estas plataformas, qué imagen proyectamos y qué papel queremos que jueguen en nuestra vida. Porque sí, lo que publicamos nos define. Pero también podemos decidir qué queremos mostrar y, sobre todo, qué queremos guardar solo para nosotros.

TRA Digital

GRATIS
VER