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Washington, D.C. — Una mayoría de los estadounidenses se opone a una acción militar contra Irán, incluso con el aumento de las tensiones bilaterales y la retórica agresiva del presidente Donald Trump. Así lo indica un sondeo nacional de The Washington Post, realizado el 18 de junio, que pone de manifiesto el escepticismo popular ante la perspectiva de otra guerra en Oriente Medio. El estudio también muestra claras diferencias ideológicas:
Esta polarización política, incluso entre las bases republicanas, refleja la complejidad y el riesgo electoral de una posible escalada militar para el gobierno de Trump. Más allá del apoyo o rechazo directo, el temor a un conflicto armado a gran escala prevalece en la percepción ciudadana:
Este nivel de inquietud pública restringe el margen de maniobra política del presidente, quien ha intensificado su discurso contra Irán pero aún no ha ordenado una intervención directa. El presidente Trump está valorando si unirse formalmente a la campaña aérea israelí. Según la portavoz Karoline Leavitt, la decisión se tomará “en las próximas dos semanas”, dependiendo de cómo evolucionen las tensiones y de una posible negociación con Irán.
“Considerando que existe una probabilidad significativa de que se abran negociaciones con Irán en el futuro cercano, tomaré mi decisión sobre si participar o no en las próximas dos semanas”, afirmó Leavitt, citando al mandatario. Aunque Trump se había mostrado como aislacionista, los analistas indican que ahora parece tentado por una oportunidad geopolítica: ser el presidente que venció militarmente a Irán y neutralizó su amenaza nuclear.
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