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MADRID (EFE). — La situación actual de los inmigrantes en Estados Unidos, donde las autoridades “quieren amedrentar a los ciudadanos y quitarles los permisos de residencia”, dificulta que Los Tigres del Norte hagan reír con su música: “El mundo está muy serio porque todos tenemos un problema”.
El vocalista y fundador del grupo, Jorge Hernández, detalla que hacer una canción “graciosa y de risa” sobre la problemática migratoria actual sería como “empezar a cantar en un funeral sin que la familia del difunto lo pida”.
La banda mexicana se encuentra en Madrid, donde ayer comenzó una gira por toda España.
Con casi sesenta años de carrera a sus espaldas, el mayor de los hermanos Hernández siente una “gran responsabilidad” hacia su público, con el que Los Tigres del Norte siempre procuran mantenerse cerca.
Por ello cree que sería perjudicial para el grupo buscar la risa “cuando todo el mundo está tan serio” con el trato que reciben los inmigrantes por parte de la actual administración estadounidense.
“Estamos intimidados”, declara sobre los mexicanos y otros miles de inmigrantes latinoamericanos que están teniendo “serios problemas” con las medidas para frenar la presencia de extranjeros en Estados Unidos.
Hernández recuerda que en ese país siempre se ha perseguido a los inmigrantes sin documentos, pero ahora, “aunque tengas documentos, no te tratan bien” y denuncia que las nuevas leyes buscan deportar a personas que residen legalmente en el país.
Preguntado sobre qué diría en un corrido sobre el presidente norteamericano, el vocalista de Los Tigres del Norte señala que, para interpretar este tipo de canciones, “hay que hacerlo pensando en no meterse en ningún problema”.
Un México con problemas
Sobre el “momento complicado” que vive México con relación a las miles de personas desaparecidas por la violencia del narcotráfico, Hernández confiesa que tiene esperanza en que haya “una solución” y cree que la presidenta Claudia Sheinbaum “está haciendo un buen trabajo”.
Aún así, aclara que para él es difícil hablar de experiencias que no ha vivido, sobre todo cuando en las redes sociales se comparten “un montón de cosas que no son verdad”.
Sin embargo, recuerda un episodio relacionado con su canción “Las mujeres de Juárez”, sobre los cientos de jóvenes que han sido asesinadas en esta ciudad desde la década de 1990.
“Nos pidieron una canción para una película sobre el tema y enviamos a una persona para que preparase un informe de cómo era la historia; cuando la gente de allí se dio cuenta de lo que estaba escribiendo, le quitaron todo”, señala.
Los nuevos corridos
Hernández admite que le parece “magnífico” que las nuevas generaciones de artistas mexicanos sigan sintiéndose atraídas por el corrido, un género cuyos orígenes se remontan a los tiempos de la Revolución, cuando se hacían canciones sobre Pancho Villa y Emiliano Zapata.
“Es bueno para la música que hagan canciones en el camino correcto para que todo evolucione”, dice sobre jóvenes artistas como el rapero Peso Pluma, que adaptan el género a nuevos estilos.
Compara a Los Tigres del Norte con un árbol “que ya está ahí” y califica a las nuevas generaciones de artistas como “las ramas que están dando sus frutos”.
La novedad que estos traen a la industria musical es beneficiosa para todo el sector, porque atraen a nuevos públicos, a los que cultivan para que el género siga creciendo. “Si ellos tienen éxito, todos los demás vamos a tener éxito”, precisa.
En este sentido, considera que “una de las cosas más hermosas” que le han ocurrido al grupo es que, a pesar de las nuevas modas musicales que llegan, los Tigres han seguido conectados con el público a través de los años.
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