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¡Hola, Fiebruses! Tuve la gran oportunidad de conversar con Mark Lawrie, Director Regional de Latinoamérica y el Caribe de la R&A en su reciente visita al país y, como siempre, Mark, con su gran elocuencia y su profundo conocimiento del golf latinoamericano y caribeño, retrata con precisión la realidad del golf en la región.
¿Qué te trajo a República Dominicana?
Mi visita es parte del recorrido que hago a todas las asociaciones afiliadas a la R&A, y este país tiene una de las federaciones más sólidas que conocemos en la región del Caribe. También vine porque esperamos mucho de República Dominicana, quizás un poco más de lo que están demostrando en cuanto a su participación en el mundo del golf actual. Asimismo, para tratar de apoyar a la federación en la búsqueda de ese campo de prácticas público que se ha soñado durante tantos años, a ver si se logra. Tuvimos entrevistas con autoridades del gobierno, con el Ministro de Deportes, y esta vez le comenté al presidente de la federación, Enrique Valverde, que quería conocer los clubes, ya que conozco resorts y los resorts no son el golf; los clubes son los que sostienen el golf y el crecimiento del deporte en un país. Es una forma de tomarle el pulso a la situación del golf en el país, sin la distorsión que se vive en los resorts.
El Instituto Nacional de Educación Física (INEFI) y Fedogolf han integrado un programa muy interesante para ofrecer introducción e instrucción de golf en escuelas públicas, sobre todo a niños que no tienen los recursos económicos para pertenecer a un club. ¿Cómo ves este programa desde la perspectiva de la R&A?
En muchas ocasiones se ha considerado cómo involucrar a los colegios con el golf, y no es un tema sencillo que haya tenido el éxito esperado. En algunos países se ha logrado, y hay programas de golf para colegios que funcionan bien. Pero el golf tiene ciertas particularidades a tener en cuenta, como la seguridad, ya que se requiere un entorno adecuado para practicar, dado que los palos son peligrosos si no se toman las precauciones necesarias, ya sea clases individuales o en grupos de 5, 10, etc. Hay que pensar con cuidado cómo se introduce el golf en un colegio, pues se debe adecuar el entorno y las cantidades, y después tener entrenadores adecuados, lo cual es un problema porque en nuestra región carecemos de entrenadores cualificados. Y cuando hablo de entrenadores capacitados, es un tema delicado, porque hasta la década de los 80 se enseñaba de una manera y luego llegó la evolución tecnológica, física, y la distancia de los campos que modificó la ecuación, dejando a algunos entrenadores rezagados. A esto sumamos que también existe una gran falta de entrenadoras femeninas, y todos sabemos que las damas aprenden más rápido y se sienten más cómodas con una mujer que con un hombre. No nos detengamos en una discusión sobre temas de sexos, género ni nada parecido, ya que no tiene nada que ver, es simplemente una cuestión de eficiencia, efectividad y resultados. Incluso, en un foro que se organizará en septiembre, ese es uno de los grandes temas, empezando por la gran interrogante de dónde encontraremos a esas entrenadoras que hacen falta en la región.
Considero que el LAAC ha sido el punto de inflexión, y ya con 10 años celebrando el evento, te pregunto: ¿cómo ves nuestro golf en comparación con cuando comenzamos en 2015?
Bueno, evidentemente el Latin American Amateur Championship se convirtió en el campeonato que soñábamos, el evento más importante para amateurs de la región, y sin duda uno de los grandes campeonatos amateurs del mundo, con un premio único como es la oportunidad de jugar tres majors, y como siempre digo, hay profesionales que en su vida, a veces, solo juegan uno, y muchos, ninguno. Desde esa perspectiva, por supuesto, la evolución del campeonato ha sido fenomenal. Es innegable que del primer LAAC a hoy, lo que ha mejorado de manera dramática es el grupo de los segundos cincuenta, por así decirlo. Antes, la diferencia entre los primeros treinta o cuarenta y el resto era abismal.
La realidad es que si caminabas en un campo de prácticas, con los swings podías detectar rápidamente quiénes eran jugadores sin aspiraciones de pasar el corte, y quiénes eran potenciales ganadores. Hoy eso se ha equiparado de manera drástica. Técnicamente, la evolución es notable. Obviamente, los países fuertes tienen una tendencia a colocar más posibles ganadores en la lista del domingo, pero creo que la evolución ha sido significativa.
Y sobre República Dominicana, con todo el cariño que le tengo a este país, considero que aún no han alcanzado su potencial. Este es un país con una población y una cantidad de campos importantes. Sé que me dirán que la mayoría son de resorts, pero ahí están, y con eso hay que contar. Son un país con una cantidad de campos significativamente mayor que la mayoría, y con una población más importante que la mayoría, con lo cual, para ser totalmente sincero, esperaba que República Dominicana, a través del LAAC y lo que esto generaba, creciera más y tuviera más protagonismo del que ha tenido. También hago mención a la situación de las mujeres en esto, que aunque es un campeonato más reciente (el WALA), creo que la expectativa también está en deuda en ese sentido. El aspecto positivo es que considero que hay más conciencia, y las autoridades del golf en Dominicana saben que no están en el lugar que deberían. Son conscientes de que, aunque hay algunos destellos positivos, un país es fuerte cuando tu ranking te indica que el jugador 12 y el 6 son intercambiables. El nivel es parejo. Ni hablar cuando tu jugador 8 y el 2 son lo mismo, solo separados por cómo les ha ido en una temporada determinada. Yo creo que aquí todavía no han logrado el salto final. A veces no encuentro los motivos por los cuales no se ha dado eso. Y en cada viaje “meto el dedo en la herida” y pregunto los porqués. ¿Por qué Islas Caimán, con un campo de golf y un buen programa de juniors y de alto rendimiento, tiene 2 ganadores del LAAC en 10 años, frente a 0 de otros países, incluyendo a República Dominicana? Hay que analizar y tratar de llegar al fondo de la cuestión y entender por qué ocurre esto. ¿Por qué un país con mayor potencial tiene menos resultados? Creo que tiene que ver con los procesos, y hay que ver cómo mejoramos eso y determinar por qué no se obtienen los resultados que se esperan de un país como República Dominicana.
Entonces, creo que nuestro trabajo y parte de esta visita tienen que ver (además de la cuestión del acceso al golf público) con detectar qué se está haciendo o no con el golf de alto rendimiento, para que se traduzca en el tipo de resultados que probablemente merecen históricamente. Y aquí hago una diferencia. Hay que tener cuidado con no conformarse con los resultados regionales. Sabemos cuáles son las potencias en el golf caribeño, Puerto Rico y Dominicana, y creo que ambos ya deberían estar pensando un paso más allá.
¿Qué deberíamos hacer para que los resultados sean diferentes? Tuve la gran oportunidad de visitar la Asociación de Golf de Argentina, y el modelo de entrenamiento allí instalado es impresionante, con la gran ventaja de que tienen la escuela, el campo de práctica y las oficinas en el mismo lugar. Se puede supervisar de cerca todo lo que sucede. ¿Crees que si tuviéramos algo así sería más fácil alcanzar los objetivos?
Es una pregunta muy interesante, que considero no tiene una única respuesta. Hay países con los cuales discutimos si el país logrará sus objetivos por cantidad o por calidad y, de nuevo, Gran Caimán es un ejemplo de eso, donde la cantidad es algo imposible de cambiar de manera sustancial. Es una isla pequeña, el espacio es limitado, más campos de golf es complicado por un tema de costos, pero nos hemos dado cuenta de que prevalece la calidad, con un programa de alto rendimiento que funciona bien, un programa junior que nutre un programa de alto rendimiento y saber que quizás no se producirán 100 golfistas de alto rendimiento, pero probablemente 5, 10, 15 que entre ellos generen una gran competencia y que eso eleve el nivel para que sus jugadores puedan competir a nivel regional. Y en cierta medida Justin Hastings (campeón del LAAC 2025) es eso. Es el resultado de mucha competencia fuerte en la isla, con la posibilidad de dar el salto al golf universitario de EE. UU. y seguir con el deporte como una carrera.
Entonces, sobre tu pregunta puntual y lo que ocurre en República Dominicana, a mí no me quita el sueño, y tampoco debería quitárselos a ustedes, que un jugador local gane o no el LAAC. Ahora bien, sí me preocuparía si estoy pasando con más gente los cortes, si estoy poniendo más gente en posición de aspirar a un top 10, si estoy aspirando a poner a alguno en el top 5 o si estoy aspirando a colocar a alguien en posición de ganar. Esa es la línea, y no preocuparme tanto por si gana o no. Repito: el golf es lo que es. No hay garantías. Y lo que hay que perseguir ahora es el proceso.
¿Por qué Argentina es un país fuerte? Si analizas la historia del LAAC, verás que Argentina hace un buen trabajo, pues normalmente colocan 7 u 8 jugadores en el torneo y el 90% pasa el corte. Después, es probable que 3 o 4 de esos que pasaron el corte estén en posición de ganarlo. Pero el hecho de que el jugador número 8 pase el corte, demuestra la profundidad del grupo. Cuando se logra esa profundidad que hace que seas parte de un field fuerte y que haya X cantidad de tus jugadores con la capacidad de, no solo pasar los cortes, sino estar expectantes para llevarse títulos, estás en el camino correcto.
¿Alguna consideración final?
Sí. Cierro con esta reflexión. Por buena que sea la federación, dependerá de la calidad y cantidad de buenos profesores y entrenadores que tenga. Porque, finalmente, el que tiene contacto con el jugador y lo mejora o no, es el que está con él en
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