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Desde Chile y EE. UU., hasta la OEA, líderes y organizaciones han condenado el ataque, solicitando la protección de la democracia.
El atentado que dejó gravemente herido al senador y precandidato presidencial colombiano, Miguel Uribe Turbay, ha generado reacciones en todo el espectro político del continente americano. Dirigentes gubernamentales, legisladores y organismos internacionales han expresado su rechazo a la violencia y su solidaridad.
El ataque ocurrió este sábado en Bogotá, cuando Uribe Turbay, figura del partido opositor Centro Democrático, fue alcanzado por varios disparos durante un acto de campaña.
Desde el sur del continente, el presidente de Chile, Gabriel Boric, expresó su “más absoluta condena al atentado”. A través de sus redes sociales, el mandatario chileno fue contundente al señalar que “en Democracia la violencia no tiene lugar ni justificación”. Su voz se une a la de otros presidentes de la región, como el ecuatoriano Daniel Noboa, quien también manifestó su solidaridad.
En Estados Unidos, la reacción tuvo un tono más crítico hacia el gobierno colombiano. El senador Marco Rubio condenó lo que calificó como un “intento de asesinato” y una “amenaza directa a la democracia”. Rubio relacionó el hecho con la “violenta retórica de izquierda que proviene de los más altos niveles del gobierno colombiano” e instó al presidente Gustavo Petro a “reducir la retórica incendiaria”.
Por su parte, la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia de la OEA (MAPP/OEA) también se pronunció enérgicamente. La organización multilateral indicó que atentar contra la vida de un líder político “es un acto violento que duele como país, que va en contra de la democracia y de los esfuerzos de construcción de Paz”.
En Colombia, una de las voces más sentidas fue la del expresidente Álvaro Uribe Vélez, mentor político del senador. Uribe describió el ataque como un atentado “contra una esperanza de la Patria, contra un gran esposo, padre, hijo”. Uribe finalizó su mensaje con un llamado a la “reflexión ciudadana” y expresó su confianza en los médicos y las autoridades para la recuperación de su compañero de partido.
Por su parte, Gustavo Petro, presidente de Colombia, también se refirió al atentado. Condenó el ataque, se solidarizó con la familia y canceló un viaje que tenía previsto a Francia. “La gravedad de los hechos y el compromiso del Gobierno Nacional con la defensa de la institucionalidad exigen la presencia inmediata del jefe de Estado”, señaló la Presidencia.
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