Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
El rechazo al autoritarismo y los llamados a defender la democracia se hicieron presentes en la protesta pacífica, que contó con observadores de grupos humanitarios para asegurar el respeto a los derechos.
Miles de personas se congregaron este sábado en Palm Beach (Florida) para manifestarse contra su vecino más famoso, el presidente Donald Trump, como parte de las cientos de protestas No Kings (No reyes) que se celebran en el país contra la política migratoria agresiva del republicano.
El rechazo al autoritarismo y los llamados a proteger la democracia se hicieron presentes durante la protesta pacífica, que contó con observadores de grupos humanitarios para asegurar que no se violasen sus derechos.
Inicialmente reunidos en el parque para patinetas Phipps, situado a 2 kilómetros de Mar-a-Lago, los manifestantes llegaron sin problemas a metros de la residencia privada de Trump, donde ha pasado gran parte de los fines de semana durante su segundo mandato.
Aunque Trump está en Washington, los asistentes consideraron de particular importancia acercarse a su mansión, y aunque la mayoría prefirió no dar su nombre por temor generalizado, todos coincidieron en la necesidad de estar presentes.
Las manifestaciones coinciden con el desfile militar por los 250 años del Ejército previsto para hoy en Washington, el día del cumpleaños 79 de Trump.
Con consignas a favor de los inmigrantes, la comunidad LGTBI, los derechos reproductivos, Ucrania, Palestina, y en contra del autoritarismo, personas de diferentes razas, estatus socioeconómico e intereses desafiaron temperaturas que se acercaron a los 38 grados centígrados para corear lemas como “sin justicia, no hay paz”, “no queremos reyes”, “nos gustan los inmigrantes y más”.
“Estamos aquí porque creemos que hay que defender la democracia, la igualdad para todos y los ideales estadounidenses”, dijo a EFE Martin Bedel, representante del Movimiento 50501, que organizó la protesta a nivel nacional.
Tras declararse “satisfecho” con la cantidad de personas que acudieron al llamado en la ciudad, una de las más adineradas del país, con un ingreso per cápita que supera los 200.000 dólares anuales, Bedel subrayó la importancia de encuentros como este: “Si no nos unimos para expresar nuestro disgusto con lo que está pasando, ¿qué será del país?”, afirmó.
“El hecho de que este sea el Mes del Orgullo y que estemos diciendo que no queremos reyes muestra que lo que todos estamos pidiendo son derechos equitativos, para nosotros y nuestros hijos”, dijo una mujer que había acudido con sus hijos y esposa a las cercanías de la casa de Trump.
Entre los manifestantes había también banderas de Colombia, Venezuela, camisetas de la selección mexicana, disfraces de la estatua de la libertad, autos decorados con flores e iconografía relacionada con la bandera americana, entre otras cosas. Aunque la mayoría eran adultos, también hubo niños y hasta perros.
La organización Unión de Libertades Civiles Americanas (ACLU) envió diez observadores para “verificar que se respeten los derechos de los manifestantes”, explicó a EFE el líder del grupo, Darell Gómez.
El activista, de padres dominicanos, reconoció que la concentración habría sido mayor “si no hubiese tanto miedo en nuestra comunidad”, en referencia a las crecientes redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés).
“Yo estoy aquí por mis papás”, dijo una joven de padres mexicanos, quien declinó dar su nombre.
Ashlee, empleada de un centro de diálisis cerca de Miami, afirmó que decidió conducir una hora y trasladarse a Palm Beach “por mis pacientes. Muchos son latinos y tienen mucho miedo. Ellos no pueden venir. Yo vine por ellos”.
Mientras tanto, Mariana, con padres de Venezuela y Perú, ondeaba dos banderas: una a favor de los inmigrantes y otra representando a la comunidad LGTBI. “Estoy cansada de esta guerra contra nuestros padres y contra nuestros hermanos de la comunidad trans. Nos quieren hacer invisibles. No lo podemos permitir”.
Por su parte, agentes de la policía local, encargados de proteger el entorno de la mansión presidencial, afirmaron a EFE momentos antes de que llegara la marcha que habían “identificado a algunos agitadores interesados en crear problemas durante la manifestación”, por lo que desplegaron una intensa presencia en el puente que cruza la Lake Worth y llega a Mar-a-Lago.
Algunos de los participantes en la protesta intentaron provocar a los agentes gritando “vergüenza” y “queremos pasar”, pero la situación se mantuvo controlada. Incluso, la presencia de una camioneta con cuatro hombres rubios, con banderas a favor de Trump y con la frase “¡Vamos ICE!” escrita en las ventanas, fue ignorada.
La manifestación de Palm Beach es una de las 75 protestas ‘No Kings’ en Florida incluyendo Miami y la capital del estado, Tallahasee.
Agregar Comentario