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No siempre una dieta vegetariana nos hará perder peso (Getty)
Son muchos los especialistas que reciben en su consulta a pacientes que creen saber todo sobre lo que pueden y no pueden comer, por ejemplo, para adelgazar. Sin embargo por alguna razón están frente a ese especialista. Algo no estaría “funcionando” en su teoría.
Es que por desinformación o por seguir consejos de fuentes no muy confiables, se fueron transmitiendo de boca en boca creencias sobre lo que significa “comer sano” que no siempre son ciertas del todo. Por no decir casi nunca.
Es lo que se conoce como un mito. Y hoy Infobae consultó a dos expertas en Nutrición para poner las cosas en claro respecto a algunos de los más populares.
1- Los alimentos naturales y saludables se pueden comer en cantidad porque no hacen mal
Para comenzar, la licenciada en Nutrición Laura Romano (MN 5992), explicó que “el hecho de que un alimento sea saludable no significa que no engorde o no aporte calorías”.
“Todos los alimentos aportan calorías. Si se consumen cantidades mayores a lo que se gasta, el exceso se acumula en forma de grasa -enfatizó-. No es lo mismo consumir dos o tres frutas que ocho o nueve, como tampoco lo es consumir una taza de arroz integral que una olla completa”.
Por más beneficiosos o naturales que sean los alimentos, no significa que sean inocuos y que puedan comerse libremente. “Tiene que ver con elegir buena calidad de alimentos para nuestro cuerpo, pero el aumentar o bajar de peso tiene que ver con la cantidad y si comemos alimentos de buena calidad pero en exceso, de todas formas terminaremos acumulando tejido adiposo y esto no será saludable para el cuerpo”, destacó y sumó: “Se trata de lograr el equilibrio entre calidad y cantidad”.
2- El pan integral engorda menos que el blanco
Otro error. “Elegimos el pan integral, lo preferimos en lugar del blanco ya que al tener más contenido de fibra, hace que nos dé saciedad por más tiempo -sostuvo Romano-. La gran diferencia es que el pan blanco tiene solamente el núcleo de almidón y no tiene la cáscara del trigo, el grano y el otro se hace con el grano entero y cuando comemos panes de grano entero tenemos el germen que es fuente de grasas, vitaminas minerales antioxidantes”.
Por esto, la especialista explicó que “el pan integral puede tener más grasa que el pan blanco pero se lo elige por el contenido de fibra que da más saciedad y hace que llene por más tiempo”.
3- Los huevos enteros debe evitarse si tengo colesterol alto en sangre
“Una de las creencias más arraigadas es que el consumo de yema de huevo aumenta el colesterol en sangre y eso genera enfermedades cardiovasculares o eso puede repercutir en el aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares”, desterró a su vez la licenciada en Nutrición María Cecilia Ponce (MN 3362).
Y agregó: “Hoy sabemos que esto no es así, que el consumo de huevos enteros no aumenta el riesgo de estas patologías y que al contrario la yema de huevo aporta aminoácidos, vitaminas liposolubles (como A, K y del complejo B) y además posee colina y luteína, nutrientes vitales, así como otras sustancias beneficiosas para nutrir nuestras células sanamente”.
4- La fruta de postre engorda
“Ningún alimento engorda por sí solo si no se consume en exceso como parte de una dieta equilibrada”, aclaró Romano.
“Lo que podemos decir de este mito es que surge de que muchas veces comemos en exceso y elegimos el momento de la fruta porque sabemos que la fruta es un alimento saludable y que la costumbre es comerla de postre, entonces si en algún momento comemos en exceso y agregamos la fruta de postre tal vez no es tan conveniente porque la estamos desaprovechando si no tenemos hambre en ese momento”, consideró.
Para ella, “es mejor utilizar la fruta en algún momento del día en el que se tenga hambre o ganas de ‘picar’ y allí se la aprovecha mejor”. “Pero obviamente si comemos y nos quedamos con hambre no está mal comerla de postre pero -insistió- si ya comimos y estamos saciados no nos tenemos que obligar a comerla de postre. Porque la fruta es buena comida en cualquier momento del día y hasta incluso puede desplazar el consumo de otros alimentos no tan saludables durante la mañana o la tarde convirtiéndose ahí en una excelente elección”.
5- Los alimentos light son cero calorías
Falso de toda falsedad. “Light significa que el producto tiene por lo menos un 25% menos de algún nutriente, ya sean grasas o incluso sodio, que el producto original. Para que un alimento sea light debe existir una versión original de esa misma marca de esa misma categoría”, señaló Romano, para quien “sólo puede decirse que un producto es light si existe su versión original. Entonces quiere decir que es un 25% menos que el producto original”.
Y subrayó: “Y debe aclararse en el envase ‘light en qué componente es”.
6. Comer muchas frutas y verduras me hará perder peso
En línea con el punto anterior, se suele creer que el sólo hecho de incorporar estos alimentos en cantidad redundará en un descenso de peso. Sin embargo, Ponce sostuvo que “si bien el consumo de frutas y verduras está sumamente indicado en un estilo de vida saludable, se debe tener control en las cantidades y saber seleccionar cuáles se deben incorporar en cada momento del día”.
“El consumo abundante de frutas puede aumentar el nivel de insulina en sangre, lo cual favorece la absorción de grasas, la asimilación de grasas y el aumento de peso -amplió-. Por lo que un plan de alimentación siempre debe ser adecuado y personalizado para cada persona”.
7- El limón quema grasas
Para seguir con las frutas, cabe aclarar que “la única forma de quemar grasas en el organismo es gastándola, usándola como fuente de energía”, según apuntó Romano.
“La única forma de eliminar la grasa acumulada en la reserva es utilizándola como energía, es decir consumiendo menos calorías de las que el cuerpo gasta, ya sea disminuyendo la ingesta o aumentando la actividad física. No hay otra”, aclaró. Y sumó: “Sí es cierto que el limón tiene un PH ácido que puede ayudar a digerir las grasas más fácilmente, pero no las disuelve”.
8. La pasta engorda
Otro gran mito. “Hay alimentos que se suelen demonizar, pero en el caso de las pastas, otra vez, no tiene que ver con el qué se come sino que lo que se debe entender es cuánto y cómo se consume”, informó Romano, quien aseguró que “para que la pasta sea un aliado, incluso en un plan de descenso de peso, debe consumirse con vegetales siempre tratando de respetar una proporción del plato 50 y 50, elegir una pasta de tipo de trigo candeal y cocinarla al dente”.
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