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Estadísticas. La salud visual es crucial en el aprendizaje. Tamizaje. Detecta a tiempo anomalías estructurales o funcionales en los ojos del recién nacido.
En la consulta de oftalmología pediátrica, se ha vuelto algo habitual la detección de defectos refractivos en los niños, una realidad que preocupa cada vez más a los especialistas.
La visión de nuestros pequeños, lejos de ser un asunto menor, es uno de los pilares esenciales para su desarrollo integral, aprendizaje y bienestar emocional.
Rosa Fernández, oftalmóloga pediátrica-estrabóloga del Centro Integral de Oftalmología de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat), expresa que de forma alarmante, tras la pandemia del covid-19, se ha notado un incremento significativo en la incidencia de condiciones como la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo.
Lo más preocupante es que estos casos no están ligados únicamente a factores genéticos o hereditarios, sino que en muchos se relacionan con el estilo de vida visual que los niños han adoptado en los últimos años.
Una encuesta informal realizada por nuestra especialista en consulta, refleja que un alto porcentaje de los niños usa pantallas como celulares, tabletas o videojuegos durante un tiempo que varía entre tres y ocho horas diarias.
Esta sobreexposición a pantallas de visión cercana, muchas veces sin supervisión ni descansos adecuados, está contribuyendo al deterioro progresivo de la salud visual infantil.
“Es increíble. Los padres les dicen a sus hijos ‘tú ves, no debes usar tanto el celular o la tableta’, pero la realidad es que pocos toman acciones concretas para limitar o controlar ese uso excesivo”, comenta la oftalmóloga pediátrica.
Si bien algunos padres comprenden la problemática y optan por reducir el tiempo frente a pantallas, son muy pocos los que eliminan por completo su uso en edades tempranas, como sería lo ideal en ciertos casos.
Fernández explica que los ojos humanos son el órgano más complejo después del cerebro. Contienen más de dos millones de componentes celulares que trabajan en conjunto para permitirnos ver.
Asimismo, se estima que cerca del 80 % del aprendizaje en los niños ocurre a través de la vista. Por eso, proteger la salud ocular desde el nacimiento hasta los 7 u 8 años (cuando se completa el desarrollo de la visión) es crucial para asegurar su desarrollo cognitivo, educativo y emocional.
Evaluación
Comprendiendo esta realidad, hace aproximadamente un año, los pediatras comenzaron a implementar, a solicitud de los oftalmólogos pediátricos, un protocolo de tamizaje visual en los bebés, desde que se encuentran en el cunero. Este esfuerzo busca identificar de manera temprana cualquier anomalía estructural o funcional en los ojos del recién nacido.
Los chequeos comienzan a partir del primer mes de vida, especialmente en bebés prematuros, para quienes esta revisión es obligatoria debido a su mayor riesgo de desarrollar enfermedades oculares.
Sin embargo, esta revisión ya se ha extendido también a todos los recién nacidos, sin importar si son prematuros o no.
Si todo está en orden en esta primera evaluación, se recomienda un seguimiento a los tres meses, luego a los seis meses o al año de edad, dependiendo del desarrollo visual y la salud ocular del bebé.
Muchas madres sienten temor o ansiedad cuando sus bebés deben ser evaluados, sobre todo porque el examen oftalmológico requiere la dilatación de las pupilas mediante gotas que pueden causar una leve molestia o ardor.
Además, para examinar la retina adecuadamente, se utiliza un pequeño separador ocular, un dispositivo metálico que mantiene el ojo abierto durante unos minutos. No obstante, se trata de un procedimiento rutinario, seguro y que se realiza bajo anestesia tópica para minimizar cualquier incomodidad.
Diagnósticos
Gracias a estas evaluaciones tempranas, se pueden detectar patologías que de no ser tratadas a tiempo, no sólo comprometerían la visión del niño, sino, en algunos casos, incluso su vida. Enfermedades como cataratas congénitas, glaucoma infantil o retinoblastoma pueden ser identificadas en estas etapas, aumentando las posibilidades de un tratamiento exitoso.
Revisar periódica
— Prevenir es clave
La salud ocular infantil es una inversión para toda la vida. Por eso, la doctora invita a las familias a adoptar el hábito de revisar periódicamente la vista de sus hijos. Ver bien no es un lujo, es una necesidad para aprender, crecer y vivir plenamente.
No esperes señales evidentes
En el Centro Integral de Oftalmología de Cedimat reafirmamos nuestro compromiso con la salud visual de los niños y hacemos un llamado a todos los padres y tutores a no esperar señales evidentes para llevar a sus hijos al oftalmólogo.
Muchas veces, los problemas visuales no presentan síntomas obvios y son los chequeos periódicos los que marcan la diferencia entre una detección temprana o una condición irreversible.
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