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El viernes, el cuarto hombre más acaudalado del mundo y su prometida, Lauren Sánchez Bezos, contrajeron matrimonio en una ceremonia privada con alrededor de 200 invitados famosos en la remota isla de San Giorgio.
Cientos de manifestantes se movilizaron por las calles centrales de Venecia el sábado para expresar su “No” al multimillonario Jeff Bezos, a su pareja y a su esperada y ostentosa boda, la cual llegó a su tercer y último día en medio de fiestas repletas de celebridades y las protestas de los fatigados residentes.
El viernes, el cuarto hombre más rico del mundo y su novia, Lauren Sánchez Bezos, se unieron en matrimonio en una ceremonia privada con unos 200 invitados famosos en la apartada isla de San Giorgio.
No obstante, la boda enfureció a numerosos venecianos, y algunos activistas protestaron al considerarla una explotación de la ciudad por parte del multimillonario, mientras los vecinos comunes sufren el turismo excesivo, los elevados costos de la vivienda y la constante amenaza de inundaciones inducidas por el clima.
Mientras los recién casados se preparaban para la celebración final el sábado por la noche, cientos de venecianos y manifestantes de toda Italia colmaban las callejuelas de Venecia con pancartas coloridas que rezaban “Besos Sí, Bezos No” y “No a Bezos, no a la guerra”. Venecia tiene alrededor de 50.000 residentes.
La manifestación contrastó con la costosa opulencia de la boda, considerada por los críticos como una afrenta al delicado medio ambiente de la ciudad y a sus ciudadanos, abrumados por multitudes de turistas.
“Estamos aquí para seguir frustrando los planes de estos ricos, quienes acumulan dinero explotando a muchos otros… mientras las condiciones de esta ciudad siguen siendo precarias”, declaró Martina Vergnano, una de las manifestantes.
Los organizadores de la protesta aseguraron que esta obligó a reubicar la fiesta del sábado, cambiando una presunta ubicación inicial al Arsenale, un antiguo astillero medieval.
Bezos donó un millón de euros (1,17 millones de dólares) a cada una de tres organizaciones de investigación ambiental que trabajan para preservar Venecia, según Corila, la asociación veneciana de investigación ambiental.
Pero muchos manifestantes criticaron la medida como un claro intento de aplacar a los indignados residentes.
“Queremos una Venecia libre, dedicada a sus ciudadanos. … Esas donaciones son una miseria y solo buscan limpiar la conciencia de Bezos”, afirmó Flavio Cogo, un activista veneciano que participó en la protesta del sábado.
Los detalles de la exclusiva ceremonia, realizada el viernes por la noche, se mantuvieron en secreto, hasta que Sánchez Bezos publicó en Instagram una foto de ella sonriendo, ataviada con un vestido blanco, junto a un Bezos, en esmoquin.
Atletas, celebridades, influencers y líderes empresariales se reunieron para disfrutar de una extravagancia que atestiguó el amor de la pareja y su extraordinaria riqueza.
La lista de invitados estelar incluyó a Oprah Winfrey y al famoso jugador de la NFL Tom Brady, junto con estrellas de Hollywood como Leonardo Di Caprio y Orlando Bloom, el empresario tecnológico y filántropo Bill Gates y destacadas personalidades sociales, como la familia Kardashian-Jenner.
Ivanka Trump, su esposo Jared Kushner y sus tres hijos también se unieron a las celebraciones.
La pareja se hospedó en el hotel Aman Venice en el Gran Canal, donde Bezos posó para fotos y Sánchez lanzó besos a la prensa.
“El planeta está en llamas, pero no se preocupen, aquí está la lista de los 27 vestidos de Lauren Sánchez”, rezaba un lema de protesta, haciendo referencia al supuesto guardarropa nupcial de la novia. Éste incluía un vestido de novia de línea sirena de Dolce & Gabbana y otros looks inspirados en la Dolce Vita de diseñadores italianos, como Schiaparelli y Bottega Veneta.
La administración de la ciudad ha defendido enérgicamente las nupcias como parte de la tradición de Venecia de ser una ciudad abierta que ha acogido a papas, emperadores y visitantes comunes por igual durante siglos.
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