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Cádiz (1973) Redactor y editor especializado en tecnología. Escribiendo profesionalmente desde 2017 para medios de comunicación y blogs en español.
Cada vez es más frecuente ver móviles con carga inversa, aunque muchos usuarios desconocen realmente qué es y cómo se usa. En las especificaciones técnicas se muestra como una función más, junto a la carga rápida o la carga inalámbrica, sin dar más detalles. Sin embargo, esta tecnología puede resultar muy práctica en el día a día, sobre todo si usas otros dispositivos como auriculares, relojes inteligentes o incluso llevas otro móvil contigo.
La carga inversa permite que tu teléfono funcione como cargador para otro dispositivo. Puede hacerse de dos maneras: mediante un cable USB-C a USB-C, para la carga por cable, o poniendo otro dispositivo sobre el móvil si es compatible con la carga inalámbrica inversa.
En ambos casos, lo que haces es transferir parte de la batería de tu móvil a otro aparato, como si fuera una pequeña estación de energía portátil. No es una función pensada para cargar todo a diario, pero sí para emergencias o situaciones puntuales donde un poco de energía extra marca la diferencia.
La utilidad de la carga inversa se aprecia sobre todo si usas auriculares inalámbricos, un reloj inteligente o llevas otro móvil secundario. ¿Te has quedado sin batería en los auriculares justo antes de salir a correr? Si tu teléfono tiene carga inalámbrica inversa, puedes ponerlos encima un rato y darles suficiente energía para una sesión.
Lo mismo ocurre con los relojes inteligentes, si te vas de viaje sin cargador y tu móvil lo permite, te puede sacar del apuro. Incluso para cargar el móvil de otra persona que se ha quedado sin batería, algo que he hecho varias veces en reuniones o viajes, resulta muy útil.
Para activarla, por lo general hay que ir a Ajustes > Batería > Compartir batería o algo parecido. En algunos modelos, como los Galaxy, puedes activarla directamente desde el panel rápido. Una vez activada, basta con colocar el dispositivo compatible encima de la parte trasera del móvil para que comience la carga. Eso sí, ambos dispositivos deben ser compatibles con el estándar Qi de carga inalámbrica.
Aunque es una función útil, conviene recordar ciertas limitaciones. La carga inversa inalámbrica suele ser lenta, unos 5W, por lo que está pensada más para mantener o recuperar algo de batería que para cargar al 100%. Además, consume bastante energía en el móvil principal, así que solo deberías usarla si sabes que no te vas a quedar sin batería tú mismo.
En cuanto a la carga inversa por cable, es más rápida y útil si necesitas cargar otro móvil o una tablet, pero no todos los teléfonos la soportan. Y siempre depende del tipo de puerto y de si el sistema operativo permite esa transferencia de energía.
La carga inversa es uno de esos detalles que muchos pasan por alto al elegir móvil, pero que pueden marcar la diferencia cuando más lo necesitas. No reemplaza a una batería externa, pero es un recurso extra que ya va integrado en tu bolsillo. Y aunque no sea algo que uses a diario, se agradece tenerlo cuando surge la oportunidad de ayudar a alguien con solo un gesto. Porque en movilidad, la energía compartida también es una forma de cuidar lo importante.
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