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La nación contabiliza 1,132 comunidades en riesgo de inundación, además de 631,450 viviendas de madera, zinc y otros materiales ligeros, incrementando los niveles de peligro para un sector importante de la población, en el marco de la temporada ciclónica.
Según estadísticas de la Defensa Civil, la provincia de Azua es la que presenta más comunidades vulnerables, con 110. Sin embargo, en lo referente a viviendas precarias, Santiago destaca con la mayor cantidad: 141,000.
Las autoridades organizan las provincias en nueve regiones. La Vega junto a Monseñor Nouel y Sánchez Ramírez conforman el Cibao Central con un total de 193 zonas vulnerables.
Siguen San Juan, Azua y Elías Piña, de la región El Valle, con 156. Luego el nordeste con 152, compuesto por Duarte, Hermanas Mirabal, Samaná y María Trinidad Sánchez.
Continúa la región norcentral con 142, que agrupa a Santiago, Espaillat y Puerto Plata. Mientras que San Cristóbal, San José de Ocoa y Peravia, en la región Valdesia, contabilizan 135.
Por su parte, la región Ozama, integrada por Santo Domingo, el Distrito Nacional y Monte Plata, tiene 129. El noroeste con 92 está compuesto por Valverde, Montecristi, Dajabón y Santiago Rodríguez. Enriquillo, conformada por Barahona, Pedernales, Independencia y Baoruco, registra 70. Por último, en el Este, San Pedro de Macorís, La Altagracia, La Romana y Hato Mayor, existen 63 zonas vulnerables.
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Los organismos de socorro disponen de 2,744 albergues con capacidad para acoger a 582,142 personas. El 65.5% son escuelas y el 25% iglesias. El resto se distribuye entre centros comunales, almacenes, clubes y complejos deportivos.
El coronel del Ejército Rubén Antonio Frontal Carrán, subdirector de la Defensa Civil y encargado del Sistema Integrado Nacional de Información (SINI), detalló que esos levantamientos se realizan con apoyo de las comunidades y un personal técnico que visita las zonas, las cuales luego se mapean para una mejor comprensión del riesgo. Igualmente los directores provinciales y municipales llevan a cabo levantamientos mediante plataformas digitales.
Adicionalmente, está la aplicación “Alertado” para la recolección de información en el territorio. En esta se pueden reportar incidencias para que las autoridades puedan asistir.
Subrayó la importancia de la tecnología en la gestión del riesgo, ya que gracias al uso de plataformas de georreferenciación, imágenes satelitales, drones, sensores remotos y herramientas de análisis de datos se puede prever las amenazas naturales, responder con mayor agilidad y optimizar la logística durante una emergencia.
“En República Dominicana avanzar hacia una interoperabilidad real entre instituciones es fundamental. Y la tecnología es el nexo. Cuando cada entidad accede a información en tiempo real y comparte decisiones bajo un marco legal y operativo común, el impacto positivo en vidas humanas y recursos es incalculable”.
Afirmó que si bien la Ley 147-02 sobre Gestión de Riesgos de Desastres ofrece una base sólida, “es nuestra responsabilidad fortalecerla con visión de futuro: incorporar innovación, inteligencia artificial y capacitación constante”.
“La tecnología salva vidas, si la ponemos al servicio de las personas correctas, en el momento indicado”, concluyó.
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