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En un contexto de creciente violencia, Israel ha intensificado sus acciones en Irán, focalizándose en instalaciones estratégicas de la Guardia Revolucionaria y la simbólica prisión de Evin, donde se encuentran recluidos opositores políticos. La población vive en zozobra.
Israel declara que sus ataques en Irán se han dirigido a enclaves de la Guardia Revolucionaria, pero también ha impactado sitios estratégicos.
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Particularmente tenso ha sido el ataque con dron contra la entrada de la prisión de Evin. Aunque los daños no fueron significativos, el hecho es muy relevante por su significado político: allí están encarcelados los presos políticos del régimen y ha sido el lugar donde históricamente se ha detenido a quienes se han opuesto a la República Islámica.
En Teherán los ataques han sido severos, con fuertes explosiones. La ciudad estaba recuperando su pulso, luego de permanecer prácticamente desierta durante muchas jornadas.
“No logra conciliar el sueño”
Mucha gente buscó refugio en el norte, en el Mar Caspio. Sin embargo, por motivos económicos, han regresado a retomar sus vidas. Ya no pueden quedarse en casas de familiares, no pueden seguir alquilando y procuran retomar una vida normal.
Justamente cuando la ciudad comenzaba a reorganizarse, se produjeron nuevos ataques.
“Mi familia está a salvo por ahora, pero el nivel de estrés y tensión es elevado. Hay mucha incertidumbre sobre el futuro, incluso sobre la vida cotidiana”, dice a RFI bajo anonimato una mujer iraní residente en Francia.
“Mi hermana, que es optimista, no puede más. No logra dormir por las noches porque en Teherán no hay alarmas, así que no sabe cuándo puede caer una bomba”, asegura otra mujer.
El camino hacia Fordo
Israel también ha bombardeado los alrededores de la instalación nuclear de Fordo con el fin de obstruir la ruta que conduce al lugar donde se cree que Irán está enriqueciendo uranio.
Fordo es una planta nuclear subterránea que solo podría ser atacada con las bombas ultra potentes lanzadas por Estados Unidos con bombarderos.
No obstante, en los días previos a esos ataques, el gobierno iraní transportaba uranio enriquecido en camiones por esas carreteras. El bombardeo israelí pretendía bloquear las vías de acceso a esa planta, que está muy resguardada dentro de las montañas rocosas del centro de Irán.
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