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Cádiz (1973) Redactor y editor con especialización en tecnología. Escribe profesionalmente desde 2017 para medios y blogs en español.
En verano, el riesgo de que el móvil se moje se multiplica. Playa, piscina, lluvias repentinas o incluso un descuido con una bebida fría son suficientes para que tu teléfono acabe empapado. En esos momentos de pánico, muchos usuarios actúan por instinto y toman decisiones que pueden empeorar la situación. Por eso es importante saber qué no hacer nunca si se te moja el móvil.
Olvídate de encenderlo “a ver si funciona”
Uno de los errores más comunes es intentar encender el móvil justo después de mojarse. Aunque parezca seco por fuera, la humedad podría haber llegado a los componentes internos. Al encenderlo, podrías provocar un cortocircuito irreparable. Lo mejor es apagarlo si aún estaba encendido y no volver a tocar el botón de encendido hasta que estés seguro de que está completamente seco.
No lo metas en arroz
Aunque el truco del arroz está muy extendido, la verdad es que no es una solución efectiva. Meter el móvil mojado en arroz puede dar una falsa sensación de seguridad. No solo no absorbe bien la humedad interna, sino que además puede hacer que pequeñas partículas entren por los puertos y empeoren la situación. Existen productos específicos como bolsas de gel de sílice o kits de secado diseñados para estas emergencias, mucho más eficaces.
Puede ser tentador acelerar el secado con un secador de pelo, una estufa o incluso dejar el teléfono al sol. Error. El calor directo puede dañar aún más los componentes internos, deformar partes del dispositivo o incluso provocar que la batería se estropee. En lugar de eso, opta por dejarlo en un lugar seco y bien ventilado, a temperatura ambiente, durante al menos 24 a 48 horas.
No conectes el cargador ni los auriculares
Si conectas cualquier accesorio mientras el móvil está húmedo, puedes causar un cortocircuito. Lo mismo ocurre con la carga inalámbrica, si el móvil está mojado, tampoco es buena idea colocarlo sobre la base de carga. Asegúrate de que los puertos estén completamente secos antes de usar cualquier conexión externa.
No lo agites ni lo sacudas con fuerza
Algunos usuarios intentan “sacar el agua” sacudiendo el teléfono. Esto no solo no ayuda, sino que puede hacer que la humedad penetre más profundamente en zonas críticas. Si el dispositivo tiene altavoces o aberturas, existe el riesgo de que el líquido alcance partes que aún estaban secas.
Apaga el móvil si sigue encendido y sécalo suavemente por fuera con un paño que no suelte pelusas. Si puedes, retira la bandeja SIM y deja el dispositivo en posición vertical para facilitar la salida de líquidos. Si ha entrado agua salada o clorada, es recomendable acudir a un servicio técnico lo antes posible, ya que estos líquidos son especialmente corrosivos.
Si tu móvil es resistente al agua, revisa el grado de protección IP que tiene. Muchos modelos actuales soportan salpicaduras o inmersiones breves, pero eso no significa que sean inmunes a todos los líquidos ni que debas confiarse. Además, con el uso, los sellos de protección pueden deteriorarse.
Un móvil mojado no siempre significa pérdida, pero tampoco es algo para tomarse a la ligera. Actuar con rapidez y evitar los errores más comunes es la mejor forma de aumentar las probabilidades de que tu teléfono sobreviva al chapuzón. Así que este verano, si tu móvil termina en el agua, recuerda: menos arroz y más sentido común.
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