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La educación ha sido, por más de un siglo, uno de los pilares clave sobre los que se apoya la misión de la Iglesia Episcopal Dominicana (IED) en el país. Desde la fundación de su primer colegio, el San Esteban, en San Pedro de Macorís en 1922, esta institución cristiana no ha dejado de expandir su influencia educativa, transformando comunidades y formando generaciones de dominicanos con una visión integral del ser humano.
La IED gestiona 19 centros educativos distribuidos en todo el país, con una matrícula que supera los 6,800 estudiantes. Sus colegios están presentes en zonas rurales y urbanas, atendiendo con especial esmero a sectores vulnerables en Santa Fe y Consuelo de San Pedro de Macorís; en el batey Jalonga de Hato Mayor; en La Romana, Santo Domingo, Boca Chica, en Haina, San Cristóbal, Baní, San Francisco de Macorís, Santiago, Puerto Plata y Barahona.
El obispo diocesano, reverendo Moisés Quezada Mota, expresa el deseo de la iglesia: “de seguir sirviendo a la educación, especialmente a la niñez llegando a formalizar acuerdos con el Ministerio de Educación (Minerd) e Instituto Nacional de Atención Integral a la Primera Infancia (Inaipi), poniendo nuestros planteles y aulas a su disposición. Lo hemos hecho y lo podemos hacer con otros de nuestros planteles”.
El enfoque educativo de la Iglesia Episcopal Dominicana busca formar al estudiante de manera integral en lo académico, lo moral y lo espiritual. Esta perspectiva se refleja en un currículo que, además de cumplir con las normativas del Minerd, promueve valores trascendentales de fe, el respeto a la diversidad religiosa y una cultura de servicio comunitario. En palabras de Quezada: “Nuestra visión como institución cristiana es formar buenos ciudadanos del mundo, profesionales éticos y comprometidos con el desarrollo de su nación”.
Entre sus instituciones más destacadas se encuentran el Colegio Episcopal San Esteban (San Pedro de Macorís), el Colegio Episcopal Todos Los Santos (La Romana), el Colegio Episcopal San Marcos (Haina), el Colegio Jesús Nazareno (San Francisco de Macorís), y el Colegio La Anunciación (Santiago). Muchos de sus egresados han ocupado cargos públicos relevantes, incluyendo un ministro de Educación, legisladores, alcaldes, médicos y abogados reconocidos. Entre ellos se cuenta también el subdirector de este diario, el periodista Nelson Marrero, quien es egresado del Colegio San Esteban.
Además del trabajo en las aulas, la Iglesia Episcopal fomenta la formación continua del cuerpo docente a través de talleres pedagógicos, cursos de actualización, manejo de conflictos, programas de inglés y tecnología.
Estas capacitaciones son organizadas por su Junta Educativa y facilitadas, en ocasiones, por educadores misioneros provenientes del extranjero.
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La Iglesia Episcopal proyecta la creación de una universidad con enfoque teológico y carreras tecnológicas, dirigida especialmente a estudiantes de escasos recursos en América Latina. Este ambicioso plan se desarrolla en colaboración con universidades episcopales de Estados Unidos y otros países.
Asimismo, busca ampliar su oferta educativa con colegios semi bilingües y más programas tecnológicos.
La Iglesia Episcopal Dominicana mantiene su compromiso con la educación como función social y con el poder transformador del conocimiento.
Su misión educativa persiste cien años después de la fundación del primer colegio.
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