Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
MADRID, 9 de junio (EUROPA PRESS) –
Vivimos en un mundo hiperconectado, saturado de estímulos, multitareas y una presión constante por rendir. En este contexto, la sobrecarga mental se ha convertido en un problema silencioso, pero en aumento, que afecta a millones de personas, a menudo de manera imperceptible. Esta acumulación de esfuerzo cognitivo prolongado puede desencadenar fatiga mental, disminución de la concentración, errores críticos y un deterioro general del bienestar.
Profesiones de alta exigencia, como controladores aéreos, camioneros, personal médico o incluso trabajadores de oficina, están particularmente expuestos a este riesgo. A pesar de sus consecuencias, hasta ahora no existía una herramienta precisa, cómoda y continua para medirla en tiempo real. Sin embargo, la tecnología comienza a ofrecer respuestas innovadoras.
¿QUÉ ES EL TATUAJE ELECTRÓNICO CEREBRAL Y POR QUÉ ES REVOLUCIONARIO?
Investigadores de la Universidad de Texas en Austin (UT Austin) de Estados Unidos han logrado desarrollar tatuajes faciales capaces de registrar cuándo el cerebro está trabajando demasiado; esta tecnología podría ayudar a monitorear la carga mental de profesionales como controladores aéreos y camioneros, cuyas pérdidas de concentración pueden tener graves consecuencias.
Según se publica en la revista ‘Device’ de Cell Press, este estudio presenta un tatuaje electrónico inalámbrico temporal, o e-tattoo, para la frente, que decodifica las ondas cerebrales para medir el estrés mental sin necesidad de un voluminoso casco.
DETECTAR LA SOBRECARGA MENTAL SIN CASCOS NI ENCUESTAS
“La tecnología avanza más rápido que la evolución humana. Nuestra capacidad cerebral no puede seguir el ritmo y puede sobrecargarse fácilmente”, declara Nanshu Lu, autor del estudio, de la Universidad de Texas. “Existe una carga mental óptima para un rendimiento óptimo, que varía según la persona”.
Los humanos se desempeñan mejor en una zona cognitiva ideal, ni abrumados ni aburridos. Encontrar ese equilibrio es clave para un rendimiento óptimo. La evaluación actual de la carga de trabajo mental se basa en el Índice de Carga de Tareas de la NASA, una encuesta extensa y subjetiva que los participantes completan después de realizar tareas.
El e-tattoo ofrece una alternativa objetiva, analizando la actividad eléctrica cerebral y el movimiento ocular mediante procesos conocidos como electroencefalografía (EEG) y electrooculografía (EOG).
A diferencia de los gorros de EEG, voluminosos con cables y cubiertos de gel blando, el e-tattoo inalámbrico consta de una batería ligera y sensores delgados como papel, similares a pegatinas. Estos sensores cuentan con bucles y bobinas onduladas, un diseño que les permite estirarse y adaptarse perfectamente a la piel para mayor comodidad y señales nítidas.
“Lo sorprendente es que esos gorros, aunque tienen más sensores para diferentes regiones del cerebro, nunca reciben una señal perfecta porque la forma de la cabeza de cada persona es diferente”, comenta Lu. “Medimos los rasgos faciales de los participantes para crear tatuajes electrónicos personalizados y asegurar que los sensores estén siempre en la ubicación correcta y reciban señales”.
EL FUTURO DEL MONITOREO MENTAL ESTÁ EN LA PIEL (Y EL CABELLO)
Los investigadores probaron el e-tatuaje en seis participantes que completaron un desafío de memoria de dificultad creciente. A medida que aumentaba la carga mental, los participantes mostraron mayor actividad en las ondas cerebrales theta y delta, indicando una mayor demanda cognitiva, mientras que la actividad alfa y beta disminuyó, lo que indica fatiga mental. Los resultados sugieren que el dispositivo puede detectar cuándo el cerebro tiene dificultades.
El dispositivo no se limitó a la detección. También pudo predecir la fatiga mental. Los investigadores entrenaron un modelo informático para estimar la carga mental basándose en las señales del tatuaje electrónico, distinguiendo con éxito entre diferentes niveles de carga mental. Los resultados muestran que el dispositivo puede predecir la fatiga mental. Además, destaca su bajo costo en comparación con los equipos de electroencefalografía tradicionales, haciéndolos más accesibles.
Aunque el tatuaje electrónico solo funciona en piel sin vello, los investigadores están trabajando para combinarlo con sensores de tinta que funcionen en el cabello.
Esto permitirá una cobertura total de la cabeza y una monitorización cerebral más completa. A medida que los robots y las nuevas tecnologías se incorporan cada vez más a los lugares de trabajo y los hogares, el equipo espera que esta tecnología mejore la comprensión de la interacción hombre-máquina.
“Llevamos mucho tiempo monitoreando la salud física de los trabajadores, rastreando lesiones y distensiones musculares”, aseguran los investigadores. “Ahora podemos monitorear la tensión mental, algo que antes no se registraba. Esto podría cambiar radicalmente la forma en que las organizaciones garantizan el bienestar general de su fuerza laboral”.
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