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El filme, de reciente estreno, busca ser el comienzo de una nueva trilogía. Jodie Comer y Aaron Taylor-Johnson, junto al joven Alfie Williams, encarnan a la familia protagonista de 28 años después, el retorno a la gran pantalla de la saga apocalíptica que, de nuevo con el dúo creativo del filme original, el emblemático director Danny Boyle y el guionista Alex Garland, se estrenó recientemente. Un filme que aspira a ser el inicio de una nueva trilogía -su continuación, dirigida por Nia DaCosta, ya está filmada- y cuya historia se sitúa, tal como indica su título, casi tres décadas después de que el virus de la rabia escapara de un laboratorio de armas biológicas, la historia de 28 años después muestra como el Reino Unido sigue aún bajo cuarentena obligatoria. Pero allí, en una pequeña isla, separada solo por unos cientos de metros de una Inglaterra abandonada y plagada de infectados -que han evolucionado y mutado con los años- algunas personas han hallado la forma de sobrevivir sin abandonar su tierra, mientras la comunidad internacional les da la espalda. “La parte física es muy importante en esta película ya que, obviamente, los riesgos son muy altos. No quieren infectarse, han estado sobreviviendo allí durante 28 años”, señala Taylor-Johnson en una entrevista concedida a CulturaOcio.com en la que destaca que su personaje, Jamie, “tiene un hijo y quiere protegerle” pero también “enseñarle que ahora tiene que crecer” y convertirse “en un guerrero” si quiere sobrevivir en un entorno tan hostil. “Hay un gran elemento físico, pero también hay una gran carga emocional. Es muy interesante”, reflexiona el protagonista de Kraven el cazador. Por su parte, Comer destaca que en 28 años después su mayor desafío, más allá de las intensas secuencias de acción con los infectados, fue “interpretar” la enfermedad de Isla, su personaje, y aprender a jugar con su intensidad y regularla “a lo largo del filme” para que fuera “creíble” y “no pareciera demasiado repetitivo”. UN REFLEJO DEL MUNDO REAL La actriz de Killing Eve o El último duelo asegura que, además de toda la acción y el terror de los infectados por el virus de la rabia, la trama de 28 años después “ofrece mucho más al espectador”. En este sentido, la británica asegura su historia “mira y está absolutamente influenciada por el mundo en el que estamos viviendo” ya que, tanto en el filme como en la realidad, muchas veces la comunidad internacional da la espalda a situaciones tan trágicas y precarias como las de los refugiados o las guerras. Realidades, denuncia Comer, que son deliberadamente ignoradas y aisladas “con la esperanza de que el problema desaparezca, se esfume, y así no tengamos que lidiar con él”. “Pero vemos que el problema no desaparece”, advierte la actriz británica. “Danny Boyle y Alex Garland son grandes cineastas que atienden a lo que está pasando en el mundo actual, en la sociedad y a lo que hemos pasado, hay muchos paralelismos. Y creo que es por eso que el público establece una conexión más profunda”, dice Taylor-Johnson que destaca también la enorme carga emocional que acompaña y enriquece a las muchas e intensas escenas de acción de este thriller postapocalíptico. “Todo es muy grande, pero tú te enfocas en la familia y en su intimidad”, concluye.
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