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En una solemne ceremonia en el Palacio Apostólico, el Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la República Dominicana ante la Santa Sede, Víctor Valdemar Suárez Díaz, presentó hoy sus cartas credenciales a Su Santidad el papa León XIV.
Durante el histórico encuentro, el embajador Suárez Díaz manifestó al Santo Padre: “En nombre del pueblo y el gobierno dominicanos, y como representante del presidente Luis Rodolfo Abinader Corona, le reitero el compromiso histórico con la Santa Sede, guiados por la luz del Evangelio y el llamado urgente a la paz en nuestro tiempo, con nuestra más profunda gratitud por la acogida en esta Santa Sede, corazón espiritual de millones de fieles”.
El diplomático expresó su compromiso de trabajar activamente a favor de una diplomacia basada en el respeto mutuo, la cooperación multilateral y el entendimiento entre los pueblos. Además, reiteró el deseo del país de contribuir a los esfuerzos de la Iglesia en materia de desarrollo humano integral y protección del medio ambiente.
“Hoy, me comprometo, con la gracia de Dios, ante usted a ser un puente entre República Dominicana y la Santa Sede, trabajando para promover el diálogo y la colaboración en áreas de interés común. La República Dominicana, como nación caribeña rica en diversidad cultural, comparte con la Santa Sede, un compromiso inquebrantable con la promoción del bienestar social y el desarrollo humano”, puntualizó.
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En ese sentido, destacó algunos de los objetivos compartidos en los que enfocarán todos sus esfuerzos: Fomentar la educación, cimiento del progreso humano. Inspirados en los valores cristianos, impulsarán alianzas que garanticen una educación integral y de calidad, especialmente para los más necesitados y promover la justicia social, combatiendo la desigualdad con proyectos que dignifiquen a los marginados, siguiendo el llamado de la Encíclica Fratelli Tutti.
También, el diálogo interreligioso, promoviendo la armonía, el entendimiento, la tolerancia en la diversidad, como antídoto contra la polarización. “Creemos firmemente en el respeto mutuo entre las confesiones religiosas presentes en República Dominicana”.
Y añadió: “Su Santidad, al presentar mis credenciales, también traigo un mensaje de esperanza. La República Dominicana, con su rica herencia cultural y su espíritu resiliente, se esfuerza por ser un faro de paz y cooperación en la región del Caribe. Estoy convencido de que, bajo su liderazgo, podemos avanzar juntos hacia un futuro en el que la justicia, la paz y la solidaridad prevalezcan”, expresó.
Como muestra de la fe y cultura dominicana el embajador le entregó a su santidad una pieza tallada en ámbar, joya única de República Dominicana que representa al “Cristo Vivo Misericordioso”, obra que se encuentra en el Jardín Botánico de Santiago de los Caballeros, su ciudad natal.
Renovó la Invitación al santo padre León XIV, para que visite la República Dominicana donde dijo, “no solo le esperan el Jardín Botánico de Santiago, donde se alza este Cristo, y la Primada de América, sino también un pueblo que ve en usted al sucesor de Pedro y al servidor de la esperanza. Sería un signo profético que, en este Jubileo, Santo Padre usted fuera el primero en pisar suelo dominicano desde San Juan Pablo II y bendijera los esfuerzos de paz que hoy nos unen”.
El embajador dominicano ante la Santa Sede reafirmó su compromiso personal y el de la nación dominicana, con los valores globales que desde hace miles de años se mantienen y fortalecen, promovidos desde la Santa Sede y agregó que espera poder trabajar de la mano con el Sumo Pontífice y su equipo en iniciativas que beneficien, no solo al país, sino también a la Iglesia Universal.