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El bicarbonato de sodio es un producto asombrosamente adaptable y barato para un montón de aplicaciones en el hogar, desde la limpieza hasta el cuidado personal.
Hay muchas formas de aprovechar el bicarbonato, y te mostraremos 5 usos caseros que son útiles para la casa y muy económicos.
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El bicarbonato es genial para neutralizar olores. Puedes poner un recipiente destapado con bicarbonato en el frigorífico para absorber los malos olores, en armarios, cerca del cubo de la basura, o hasta rociar un poco en tus zapatos para eliminar el mal olor.
El bicarbonato también destaca por su capacidad de absorber olores desagradables. En armarios y zapateros, poner un tazón con bicarbonato y unas gotas de suavizante quita el olor a humedad o a calzado encerrado.
Para el refrigerador o el cubo de basura, basta con dejar un pequeño recipiente con bicarbonato adentro. Es una solución simple que funciona de manera continua y natural.
Una mezcla de bicarbonato y vinagre es un desatascador casero eficiente y ecológico. Echa media taza de bicarbonato en el desagüe, seguida de una taza de vinagre blanco. Déjalo actuar entre 20 y 30 minutos (o toda la noche si el atasco es fuerte) y después enjuaga con agua caliente.
Las esponjas del baño pueden acumular gérmenes con facilidad. Para desinfectarlas, basta con espolvorear bicarbonato, agregar agua hirviendo y dejarlas reposar 30 minutos antes de aclarar. Un truco rápido y efectivo que evita desecharlas antes de tiempo.
Para ollas o sartenes con comida pegada o quemada, llena el fondo con agua, añade un par de cucharadas de bicarbonato y ponlo a hervir unos minutos. Retira del fuego y raspa suavemente. Para utensilios, puedes hacer una pasta y frotar.
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