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La sociedad Wimbledon – Alcaraz rindió nuevamente sus frutos en la cancha londinense. Esta vez, quien sufrió la sociedad fue el ruso Andrey Rublev (14º), que se entregó al máximo, aunque solo logró ganar el primer set. Carlos Alcaraz (2º ATP) terminó imponiéndose por 6-7 (5), 6-3, 6-4 y 6-4, avanzando a los cuartos de final.
El partido empezó muy parejo, y en eso influyó el increíble porcentaje de primeros servicios del moscovita, quien se sorprendió en el debut de la edición anterior contra el argentino Francisco Comesaña, en el primer set: 79% contra 64% del español. Increíble e insostenible. Sin esos números en el saque, las cosas cambiarían muy pronto.
En el segundo set, la igualdad se mantuvo hasta el 3-3. En ese séptimo juego quebró el joven murciano para modificar el rumbo del partido. También quebró para el 4-3 en el set siguiente, con un winner de derecha que levantó al público presente en la cancha central del All England Club. Y si aún quedaba alguna duda, el saque fue su mayor aliado cuando servía 5-4 (30-30).
El ex Nº1 del mundo se adapta a todo, muy bien y muy rápido. Semanas después de ganar Roland Garros y un viaje veloz a Ibiza, el chip vuelve a cambiar. Y, como nos tiene acostumbrados, juega en la hierba de la capital inglesa con la soltura de un veterano y la potencia de sus 22 años. Los números también lo muestran: sumando esta victoria, logró 18 triunfos consecutivos en Wimbledon. Incluso, según él mismo, está jugando “el mejor tenis de su vida”.
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