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Este domingo 13 de julio, el futbolista del Barça Lamine Yamal cumplió 18 años. Esta efeméride, el delantero del club azulgrana y la Selección la celebró a lo grande el día anterior.
Por la mañana, Yamal tuvo un plan familiar y reunió a sus seres queridos en un conocido restaurante con vistas al mar del Garraf — a unos 20 minutos de la Ciudad Condal — . En esa primera celebración, el jugador, entre cientos de globos dorados, sopló las velas de una tarta espectacular, elaborada por el repostero Diego Mejía a partir de una caricatura del futbolista, su madre y su hermano inspirada en el manga Dragon Ball y firmada por el ilustrador y tatuador Alejandro Nicolas Bernal.
En resumen, una fiesta tranquila y amena que el protagonista y su padre compartieron en redes sociales. Pero las celebraciones por la mayoría de edad del que es considerado uno de los mejores jugadores del mundo no habían hecho más que empezar, y lo mejor estaba por llegar.
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Dicen que más de 200 personas asistieron al evento, que tuvo lugar en una lujosa masía de Olivella, cerca de Sitges, bajo estrictas medidas de seguridad. Para proteger por completo la intimidad del homenajeado y la de sus invitados, el lugar se mantuvo en secreto hasta el último momento y se prohibió el acceso con teléfono móvil.
El propio protagonista lo confirmó con un vídeo de un minuto que subió este lunes a sus redes sociales, mostrando su estilismo y el del resto de invitados.
Lamine Yamal lució un traje blanco y se ‘adornó’ con un broche con forma de gran rosa en la solapa, un guante en la mano derecha para sujetar un bastón revestido de brillantes y con sus iniciales en la empuñadura, y gafas de sol.
El delantero complementó el look con numerosos anillos y pulseras, pero el gran protagonista fue el colgante que había recibido días antes como regalo de cumpleaños.
Según explicó el joyero que lo elaboró, está valorado en 400.000 dólares. La joya consiste en sus dos iniciales ensambladas — como si fuera el logotipo de una famosa marca de lujo — , hechas de brillantes y oro, y sujetas a una cadena de buen grosor adornada con piedras preciosas rojas y azules — en homenaje al F.C. Barcelona — .
La segunda tarta con la que se celebró el cumpleaños también dio que hablar, ya que la temática ya no era tan inocente ni tenía que ver con los cómics mangas y los dibujos típicos de adolescentes.
Una pistola, fajos de dinero, ruletas, fichas de póker y joyas adornaban el gran pastel de cinco pisos, coronado por una botella de champán.
Dicen que la fiesta se prolongó hasta altas horas de la mañana, pero no sabemos a qué hora el futbolista regresó a casa. Sí lo hizo acompañado de un amigo, que se quedó profundamente dormido, como se pudo ver en el vídeo que Yamal compartió en sus redes sociales.
Pero el estado en el que volvían a casa no fue lo que más llamó la atención de sus seguidores; hubo algo más grave: ambos viajaban sin el cinturón de seguridad.
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