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¿Compraste carne y te resultó dura de masticar? No eres el único. Muchos cortes económicos o magros pueden ser duros si no se cocinan bien. Pero no es necesario recurrir a químicos: hay métodos caseros, naturales y efectivos para conseguir una carne tierna y jugosa.
1. Golpear la carne
2. Marinar con ingredientes ácidos
* El limón, vinagre o yogur ayudan a descomponer las proteínas.
* Mezcla con aceite y especias, y deja reposar entre 2 y 12 horas.
* Perfecto para pollo, cerdo o cortes magros de res.
3. Usar frutas con enzimas naturales
* Piña, papaya y kiwi contienen bromelina, papaína y actinidina.
* Estas enzimas ablandan la carne en cuestión de minutos.
* Aplica jugo o pulpa fresca durante 15 a 60 minutos (¡evita la fruta enlatada!).
4. Remojar en leche o suero de leche
* La acidez láctica suaviza las fibras y agrega jugosidad.
* Ideal para pollo, conejo o hígado.
* Deja reposar entre 30 minutos y varias horas en la nevera.
5. Salmuera casera
* Mezcla agua con sal (60 g por litro) y sumerge la carne.
* La sal desnaturaliza las proteínas y retiene humedad.
* Tiempo de reposo: de 30 minutos a varias horas, según el grosor.
Consejo adicional: Corta la carne en contra de las fibras antes de servir para mejorar la textura. Y si tienes tiempo, la cocción lenta en guisos o estofados también transforma cortes duros en delicias melosas.
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