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Por presunto testaferrato, la Fiscalía General de la Nación aplicó extinción de dominio a los bienes del cantante de música popular y tropical, cuyo valor supera los $25.000 millones.
Una afirmación contundente, sumada a otros testimonios que conforman un expediente judicial en poder de la Fiscalía General de la Nación, condujo a un operativo tras la solicitud de extinción de dominio sobre los bienes del reconocido cantante de música tropical y popular, Charlie Zaa, por un valor superior a 25.000 millones de pesos.
Zaa, cuyo nombre real es Carlos Alberto Sánchez Ramírez, se vio envuelto en la polémica a raíz de que su nombre apareció en una declaración.
“Nos encontramos en un centro comercial en Girardot, llamado El Oasis, después en la cárcel supe que era de Charlie Zaa, es cuando Daniel me dice que en este centro comercial hay tres locales que son de los hijos de Elías (…) yo les entregaba mensualmente un millón, por la plata iba como un sobrino de Elías”, aseguró uno de los exparamilitares postulados a Justicia y Paz, según la investigación de la Fiscalía que reveló la revista Semana.
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El ente investigador solicitó a un magistrado de Justicia y Paz decretar medidas cautelares de embargo, secuestro y suspensión del poder dispositivo sobre propiedades de Sánchez Ramírez, más conocido por su nombre artístico, Charlie Zaa.
El motivo de esta decisión se debe a la presunta función de Sánchez Ramírez como testaferro del Bloque Tolima de las Autodefensas.
Entre los bienes afectados se encuentran el centro comercial Oasis, donde opera la discoteca más grande de Girardot, así como las discotecas Kapachos y Solaris, ubicadas en la zona rosa de Ibagué.
Los señalamientos en contra del artista lo califican como un presunto testaferro del Bloque Tolima de las Autodefensas – crédito @oasis_girardot/IG | @zaacharlie/IG
El caso involucra no solo la fortuna del artista, sino también una compleja red de relaciones con exparamilitares.
Exintegrantes del Bloque Tolima, como Ricaurte Soria Ortiz, Indalecio José Sánchez (alias Fredy), Atanael Matajudíos y Óscar Oviedo Rodríguez, han señalado a Zaa en sus declaraciones, describiendo supuestos negocios y encuentros con el comandante Daniel Goyeneche, alias Daniel.
Según los testimonios, el cantante habría facilitado la adquisición y administración de inmuebles para la organización, actuando como intermediario en operaciones financieras ilegales, agregó el informe de la revista.
Uno de los exparamilitares, Ricaurte Soria, relató: “Tuve la oportunidad de estar en el pabellón ERE3 de Justicia y Paz de Bogotá, en donde un primo de Charlie Zaa visitaba al Comandante Daniel cada ocho días e iba a entregarle cuentas de la Discoteca Kapachos de Ibagué. Esto no solo lo sé yo, sino también todos los comandantes de estas propiedades que tenía Daniel con Charlie Zaa”.
Además, Soria precisó que en el año 2000, Zaa mantenía una relación cercana con alias Daniel, y que las visitas y reuniones eran conocidas por varios miembros del Bloque.
La Fiscalía sostiene que “los postulados vienen denunciando de manera coincidente los locales del centro comercial Oasis, las discotecas Kapachos y Solaris, como bienes adquiridos por la organización paramilitar a la cual pertenecían, y que tienen como testaferro a Charlie Zaa”.
El Bloque Tolima, según las declaraciones de los exparamilitares, se habrían beneficiado de Zaa como presunto testaferro – crédito Verdad Abierta
En el expediente se advierte que, mediante la venta de franquicias, alias Daniel transformó al Bloque Tolima en una estructura híbrida, combinando funciones de “oficina de cobro” y grupo paramilitar.
Entre abril de 2004 y noviembre de 2005, el Bloque Tolima habría perdido autonomía financiera y administrativa, al verse permeado por intereses del cartel del Norte del Valle.
El enriquecimiento personal de Goyeneche se habría dado a través de actividades como el robo de hidrocarburos y homicidios por encargo, utilizando la estructura del Bloque Tolima.
Los testimonios también mencionan que los locales del centro comercial Oasis se habrían adquirido con el objetivo de garantizar una mesada para los hijos de un exjefe paramilitar fallecido, identificado como Elías.
“Daniel dijo que iba a comprar unos locales en un centro de Girardot, es cuando Juan David me comenta que los locales estaban a nombre de Charlie Zaa, no sé qué haya pasado con el resto de la plata, porque no creo que los locales hayan costado 3.000 millones”, relató otro exparamilitar.
La Fiscalía documentó que existieron dos discotecas denominadas Oasis: una en el centro comercial El Oasis de Girardot y otra en la zona céntrica de Melgar. Adicionalmente, se crearon las discotecas Kapachos y Solaris en un mismo edificio en Ibagué.
Tanto la discoteca de Melgar como la de Girardot fueron administradas por Harry Widman Malo, persona de confianza de alias Daniel. Los exmiembros del Bloque Tolima coincidieron en señalar la cercanía entre Zaa y Daniel, así como la existencia de reuniones en fincas de Guamo, Girardot y Melgar.
El cantante colombiano no ha ofrecido declaraciones de manera oficial mientras sigue en curso el proceso judicial – crédito @zaacharlie/IG
Asimismo, el artista afirmó que el centro comercial le pertenece en su totalidad, salvo dos locales entregados como parte de pago de una casa en Lagos del Peñón.
Sin embargo, la Fiscalía advirtió que, aunque la compra de los lotes está documentada, no existe soporte para las obras de adecuación y construcción del centro comercial El Oasis.
“En cuanto a la adecuación y construcción del centro comercial El Oasis se evidencia una falta de documentación como lo son: planos arquitectónicos, planos estructurales, aprobación de un reglamento de propiedad horizontal que permitiera el desenglobe y posterior apertura de otros folios de matrícula, y más importante aún, no hay registros financieros”, señaló el ente.
El expediente también indica la ausencia de registros sobre “los costos y gastos totales incurridos y el tiempo en que se construyó no solo el centro comercial, sino también las construcciones al interior, como el hotel Oasis y la discoteca Oasis”.
Zaa no ofreció declaraciones, y su esposa comunicó que no emitirán opiniones, ya que el asunto está siendo consultado con sus abogados y podría afectar su reputación.
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