Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
MADRID (EFE). — Tuvieron que pasar 26 años para que la icónica figura de Nintendo, “Donkey Kong”, fuera el protagonista de un juego en tres dimensiones y mundo abierto, pero la espera mereció la pena.
“Donkey Kong Bananza”, en exclusiva para la nueva consola Switch 2, es exploración, acción frenética, cooperación y mucha diversión en la mejor aventura del gorila hasta ahora.
No es casualidad que el equipo de desarrollo sea el mismo que el de “Super Mario Odyssey”, porque “Bananza” tiene lo mejor de la última aventura del fontanero, pero aprovecha la mejora técnica que ofrece Switch 2. Un juego con enormes enemigos a los que derrotar, una jugabilidad imparable y gráficos coloridos y preciosistas, típicos de la casa japonesa.
En esta ocasión, la aventura de Donkey Kong comienza en Isla Lingote, donde un grupo de malhechores, la Void Company, roba sus valiosos plátanos dorados, un botín que nuestro héroe tendrá que recuperar. Para ello, se adentrará en un mundo subterráneo con lagunas, cañones gigantescos, la jungla, parajes helados y un sinfín de lugares mágicos por descubrir.
Un escenario enorme que explorará, como no podía ser de otra forma, a golpe y porrazo, utilizando sus habilidades habituales para provocar el caos: rodar, destruir, saltar o lanzar todo tipo de objetos, y en el que no estará solo, ya que contará con la ayuda de Pauline, una joven y talentosa cantante esencial para mejorar al protagonista y mostrarle el camino.
Además, al recolectar ciertos materiales, Pauline podrá hacer que Donkey Kong se transforme temporalmente en otros animales, como una cebra para correr más rápido o un avestruz para volar y lanzar bombas a sus enemigos, por ejemplo. Es, en resumen, un juego divertido, fresco, trepidante, sin pausas, y sin más ambición que la de divertir. Y lo consigue con un apartado técnico insuperable, una música pegadiza y bailable que acompaña en todo momento y unos personajes carismáticos y entrañables que harán las delicias de niños y adultos.
Nintendo vuelve a dar en el blanco. “Donkey Kong Bananza” se coloca, por derecho propio, en el olimpo de los videojuegos, ciertamente lejos de la complejidad y la intrahistoria de “Zelda”, pero con la genialidad, la sencillez y la diversión de los mejores “Super Mario”. Una joya para disfrutar, sin pretensiones, de principio a fin.
Agregar Comentario