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Miami (EE.UU.), 25 jul (EFE).- Grupos ecologistas denunciaron un “desastre” en la zona natural de los Everglades tras el anuncio del gobernador de Florida, Ron DeSantis, este viernes, sobre el inicio de vuelos con deportados desde el nuevo centro de detención migratoria ‘Alligator Alcatraz’ (‘Alcatraz de los caimanes’).
La coalición de organizaciones, que lleva una demanda para detener el centro, construido en un aeropuerto abandonado en medio de áreas naturales al oeste de Miami, criticó el impacto de los vuelos en los Everglades, donde hay 36 especies nativas en la lista federal de especímenes amenazados o en peligro, como panteras y caimanes.
“Esto es un desastre en los Everglades, sucediendo ante nuestros ojos, por lo que hemos emprendido acciones legales”, declaró en un comunicado Eve Samples, directora de la organización Friends of The Everglades, que lidera la campaña ‘Stop Alligator Alcatraz’.
La ambientalista denunció las “graves amenazas que representa este gigantesco centro de detención en el corazón de los Everglades”, al señalar los camiones que transportan combustible para aviones y desechos humanos, además de al menos 20 acres (casi 81.000 metros cuadrados) de pavimento nuevo.
La preocupación de las asociaciones por la apertura del centro, sin una evaluación de impacto ambiental previa, se intensificó tras el anuncio del gobernador DeSantis sobre el inicio de vuelos con deportados desde el sitio por parte del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), donde hay un aeropuerto en desuso.
“El ritmo se está incrementando. Ya hemos tenido varios vuelos en los últimos días, y hemos retirado a cientos de inmigrantes indocumentados de aquí”, dijo hoy DeSantis.
La directora para Florida y el Caribe del Center for Biological Diversity, Elise Bennet, comentó que “esta abominación está creciendo como un cáncer, poniendo en peligro las aguas y la vida silvestre”.
Por ello, avisó que continuarán con la demanda presentada el 27 de junio para frenar el proyecto, que actualmente tiene una capacidad para 2.000 detenidos y aumentará hasta 4.000.
“Continuaremos haciendo todo lo que esté en nuestra mano para detener este plan insensato y cruel antes de que sea demasiado tarde”, manifestó Bennet.
Además, la alcaldesa Daniella Levine Cava, del condado de Miami-Dade, que opera el centro, envió este viernes una carta al Gobierno de Florida para exigir acceso al sitio con el fin de “realizar inspecciones y monitorear cualquier operación”, ante los informes de condiciones “inhumanas” y “peligrosas” para los migrantes.
Mientras que decenas de activistas y familiares de migrantes detenidos protestaron el martes frente al lugar, que fue calificado como un “campo de concentración” y una “jaula para perros”, donde se ha documentado la detención de mil personas, con seis que han requerido hospitalización desde su apertura.
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