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Washington. – Bryan Kohberger, el hombre que se declaró culpable de asesinar en noviembre de 2022 a cuatro estudiantes universitarios en Idaho, en el noroeste de Estados Unidos, fue sentenciado este miércoles a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Kohberger, de 30 años y exalumno de un doctorado en Criminología, había admitido este mes su culpabilidad por cuatro cargos de asesinato en primer grado y uno por robo, y había llegado a un acuerdo por el cual reconocería su responsabilidad y evitaba así la pena de muerte.
Fue arrestado por el FBI en casa de sus padres en Albrightsville (Pensilvania) seis semanas después del crimen. Se le acusó de asesinar a esos cuatro jóvenes en la pequeña localidad estadounidense de Moscow, de unas 25.000 personas, y en la que muchos estudiantes residen en el campus de la Universidad estatal.
Los motivos por los que fueron asesinados Ethan Chapin y Xana Kernodle, de 20 años, y Kaylee Goncalves y Madison Mogen, de 21, no han sido esclarecidos.
Tres de ellos vivían juntos, con otros dos compañeros de piso, y los cuatro estudiaban en la Universidad de Idaho.
El sospechoso fue identificado por la policía a través de un análisis de ADN utilizando bases de datos públicas.
Kohberger, vestido con el uniforme naranja de presidiario, rechazó hablar este miércoles en la audiencia donde recibió su sentencia.
“Aunque pudiera obligarlo a hablar, lo cual legalmente no puedo, ¿Cómo podría alguien tener la seguridad de que lo que dice es la verdad?”, preguntó el magistrado, Steven Hippler.
Quienes sí se pronunciaron en la corte fueron los familiares de las víctimas o dos compañeros de piso que sobrevivieron a esa noche, y cuyos testimonios oscilaron entre la rabia y el perdón.
“Estoy aquí para decirte que te he perdonado porque ya no podía seguir viviendo con ese odio en mi corazón”, dijo Kim Kernodle, tía de Xana Kernodle.
El padrastro de esta última, Randy Davis, en cambio, le señaló que iría al infierno: “Eres diabólico. No hay lugar para ti en el cielo. Te llevaste a nuestros hijos. Vas a sufrir. Estoy temblando porque me gustaría llegar hasta ti. Espero que sientas mi energía”, le dijo al condenado.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, transmitió en rueda de prensa sus condolencias a los allegados de las víctimas.
“Lamentamos profundamente el dolor que han experimentado a manos de un asesino tan cruel y malvado. (…) Nunca olvidaremos las preciosas almas que se perdieron en este horrible acto de maldad. Si fuera por el presidente (Donald Trump), habría obligado a este monstruo a explicar públicamente por qué decidió robar estas almas inocentes”, sostuvo.
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