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Equipos de rescate se esforzaban este lunes por hallar a las decenas de desaparecidos a causa de las inundaciones que causaron la muerte de casi 90 personas en Texas, en el sur de Estados Unidos, incluyendo 27 chicas y monitores de un campamento de verano.
El país se vio sacudido por el desastre acontecido durante el fin de semana festivo del 4 de julio, uno de los peores en este estado.
“Camp Mystic lamenta la pérdida de 27 campistas y monitores tras las catastróficas inundaciones en el río Guadalupe”, comunicó la organización en un comunicado. “Estamos desolados junto con nuestras familias que sufren esta tragedia inimaginable”, agregaron.
El lunes, las autoridades estatales estimaron en 88 la cifra total de fallecidos por las inundaciones.
El senador texano Ted Cruz declaró a la prensa que el número sigue en aumento: “Texas está de luto en este momento; el dolor y la conmoción por lo sucedido en estos últimos días han destrozado el corazón de nuestro estado”.
“Las niñas que se perdieron en Camp Mystic representan la peor pesadilla para cualquier padre”, añadió.
Los campamentos son una tradición muy apreciada durante las largas vacaciones de verano en Estados Unidos, donde los niños suelen alojarse en bosques, parques y otras áreas rurales.
Cruz los describió como una oportunidad para hacer “amigos para toda la vida, y de repente, todo se convierte en tragedia”.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que “probablemente” visitará el estado sureño el viernes.
Trump restó importancia a las preocupaciones de que los fuertes recortes presupuestarios de su administración a las agencias federales relacionadas con los pronósticos meteorológicos hayan agravado la situación de los sistemas de alerta locales.
En cambio, describió las inundaciones repentinas como una “catástrofe no vista en 100 años” que “nadie esperaba”.
El presidente estadounidense, quien previamente había dicho que la ayuda en caso de desastre debería gestionarse a nivel estatal, firmó el domingo una declaración de catástrofe grave que permite liberar recursos federales para el estado de Texas.
Helicópteros y embarcaciones participaban en la búsqueda de las personas desaparecidas.
Camp Mystic era un campamento cristiano solo para niñas donde se alojaban unas 750 personas cuando se produjeron las inundaciones.
Las aguas desbordadas por la lluvia alcanzaron las copas de los árboles y los techos de las cabañas mientras las niñas dormían la noche del jueves al viernes, arrastrando a algunas de ellas y dejando una escena de devastación.
Mantas, osos de peluche y otras pertenencias se podían ver cubiertas de barro. Las ventanas de las cabañas quedaron destrozadas, al parecer por la fuerza del agua.
“Hemos recuperado 75 cadáveres aquí en el condado de Kerr, incluyendo 48 adultos y 27 niños”, declaró el lunes a la prensa el sheriff del condado, Larry Leitha.
Las inundaciones repentinas, que ocurren cuando el suelo no puede absorber las lluvias torrenciales, no son inusuales en esta región del sur y centro de Texas, conocida coloquialmente como el “callejón de las inundaciones repentinas”.
El cambio climático provocado por el ser humano ha hecho que fenómenos meteorológicos extremos como inundaciones, sequías y olas de calor sean más frecuentes e intensos en los últimos años.
Las autoridades informaron que, mientras las operaciones de rescate continuaban, también estaban iniciando el proceso de remoción de escombros. “Hay escombros por todas partes que inutilizan las carreteras y dificultan la realización de los proyectos de reconstrucción”, declaró Abbott.
Voluntarios de otras partes del estado se congregaron en el condado de Kerr para colaborar en la búsqueda de los desaparecidos.
Los texanos también comenzaron a usar drones personales para ayudar en la búsqueda, pero las autoridades locales les instaron a detenerse, alegando un peligro para las aeronaves de rescate.
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