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Este enemigo silencioso está afectando a niños y adolescentes. Solo en un año, más de 3.6 millones de personas mueren por complicaciones relacionadas con el colesterol.
Santo Domingo.-Aunque muchas personas aún lo ignoran, el colesterol LDL elevado, conocido como colesterol “malo”, es uno de los principales causantes de muertes cardiovasculares a nivel mundial.
Solo en un año, más de 3.6 millones de personas mueren por complicaciones asociadas a este enemigo silencioso. Y lo más preocupante: está afectando a niños y adolescentes.
El doctor Alberto Cafferata, cardiólogo clínico y experto en lípidos, ofrece una visión directa y fundamentada sobre la urgencia de prevenir desde la infancia, las herramientas médicas disponibles y el papel fundamental que juega la familia en la educación para la salud cardiovascular.
¿Por qué define al colesterol alto como un “enemigo silencioso”?
Porque no presenta síntomas claros hasta que ya ha causado un daño significativo, como un infarto o un accidente cerebrovascular. Muchas personas viven con niveles peligrosamente altos sin saberlo, y cuando finalmente se detecta, a veces es demasiado tarde. El colesterol no avisa, por eso es tan importante medirlo y controlarlo a tiempo.
¿Desde qué edad deberíamos empezar a preocuparnos por esto?
Desde la niñez. En mis consultas ya recibo niños menores de 12 años con alteraciones lipídicas importantes. Muchos de estos casos tienen antecedentes familiares de hipercolesterolemia -una condición hereditaria- que puede provocar infartos a temprana edad si no se detecta y trata a tiempo.
¿Qué recomienda como protocolo de prevención?
Hay tres pasos básicos: realizar perfiles lipídicos a todos los niños entre los 9 y 11 años. Repetirlos en la adolescencia y luego anualmente en adultos mayores de 40 años, o antes si hay factores de riesgo. Actuar en cascada: si un niño tiene colesterol alto, toda la familia debe evaluarse.
¿Y qué pasa con la alimentación? ¿Qué tan determinante es?
Es fundamental. Debemos fomentar desde la infancia una cultura alimentaria saludable que evite los ultraprocesados y promueva patrones como la dieta mediterránea, que tiene evidencia científica sólida en cuanto a protección cardiovascular. Pero más allá de una dieta, se trata de educar en el estilo de vida: actividad física, hidratación, descanso y regulación emocional.
¿Existen tratamientos efectivos para controlar el colesterol alto?
Sí. Disponemos de estatinas, que son el tratamiento más conocido, y de nuevos fármacos hipolipemiantes que han demostrado gran eficacia y tolerancia.
El problema no es la falta de tratamiento, sino que muchas veces se llega tarde. Sin conciencia ni detección precoz, cualquier intervención médica pierde efectividad.
¿Cuál sería su mensaje final para las familias dominicanas?
Que la prevención cardiovascular no es un lujo, es una necesidad urgente. El colesterol alto es controlable, pero requiere acción desde casa y respaldo desde las políticas públicas.
Educar, detectar y actuar temprano puede marcar la diferencia entre una vida saludable y una tragedia evitable.
Especialista
— Trayectoria
El doctor Alberto Cafferata es cardiólogo clínico y especialista en lípidos, con una destacada trayectoria como referente en prevención cardiovascular en América Latina. Ha sido autor de guías médicas, conferencista internacional y líder en sociedades científicas, incluyendo la Sociedad Argentina de Cardiología.
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