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Según su propuesta, este gravamen sería del 5%, y se origina por el aumento del parque automotor en el país y, con ello, la “tensión” que se ha generado sobre la infraestructura existente.
Canela resaltó que al país entran miles de vehículos anualmente, pero las vías no se amplían a la misma velocidad, lo que, según indica, empeora la congestión vehicular, aumenta los accidentes y dificulta la conexión entre áreas importantes.
“Se trata de una idea que pretende abrir el debate sobre cómo hacer que el propio crecimiento del parque vehicular aporte al desarrollo de las infraestructuras por las que circula”, enfatizó.
Canela sugirió que el impuesto sería de carácter “especial y único” y que podría ser cobrado por la Dirección General de Aduanas. Después, se destinaría a un fondo gestionado por el Ministerio de Obras Públicas, con propósitos exclusivamente viales.
De acuerdo con sus estimaciones, basadas en los ingresos por importación de vehículos del año anterior, un 5% adicional podría generar alrededor de RD$420 millones anuales para el Estado dominicano.
Hace hincapié en que esta suma permitiría respaldar proyectos de expansión, mantenimiento y modernización de la red vial en todo el país.
“Esta no es una propuesta oficial, sino una sugerencia sujeta a discusión, que podría fortalecer nuestro sistema de transporte y beneficiar directamente a la ciudadanía”, concluyó.
Canela puntualizó que la iniciativa se fundamenta en los artículos 93.1 y 194 de la Constitución dominicana, así como en la Ley Orgánica de Presupuesto 423-06, que permite establecer fondos con fines específicos mediante legislación.
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