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David Ortíz, mejor conocido como “El Big Papi”, es uno de los peloteros, quizás el que más, con mayor magnetismo, carisma e influencia que ha tenido la MLB durante buena parte de su larga carrera.
El atractivo que despertaba su figura en millones de fanáticos siempre fue grande, pero se incrementó de manera exponencial, tras ser elegido como miembro del Salón de la Fama de Cooperstown, un 24 de julio de 2022.
Y es que, sin lugar a dudas, su personalidad atrae a los aficionados, por su comportamiento “alegre” y sin “falsedades”, a diferencia de otros, que creen que sus fortunas los sitúan por encima de los demás. Grave error.
Asimismo, “Big Papi” realiza obras sociales, desde su fundación, que ha salvado la vida a miles de niños con graves problemas cardíacos, en República Dominicana y Estados Unidos.
Por consiguiente, en cualquier situación que lo involucre, sus seguidores le dan un seguimiento muy cercano.
Al parecer la personalidad de David a veces le juega malas pasadas, porque se involucra con frecuencia, imagino que de buena fe, en asuntos en los que no debería intervenir, ya que sus juicios, sean favorables o no, generan muchas reacciones.
Las opiniones de Ortíz sobre el caso que se ventila desde hace un tiempo con su compatriota Rafael Devers, cuando jugaba con Boston hasta ir a los Gigantes, ha mantenido viva la llama de la discordia, porque sus consejos no han sido bien recibidos.
Por el contrario, han hecho saltar aún más las alarmas, cuando dijo que el cambio no solo mejoró el rendimiento estadístico de los Medias Rojas, sino también su identidad competitiva.
A veces, aunque se tenga la razón, lo mejor es abstenerse para no herir, ni con la punta de un alfiler, orgullos y susceptibilidades.
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