Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
Tragedia en Massachusetts: nueve muertos en incendio que devastó asilo de ancianos
AFP. El paracaidista austriaco Felix Baumgartner, fallecido el jueves a los 56 años, quedó en la memoria de muchos por su salto en un traje de cosmonauta desde una cápsula a 39.000 metros de la Tierra hace más de una década.
Con el lema “nacido para volar” tatuado en su cuerpo, Baumgartner rompió entonces la barrera del sonido al alcanzar una velocidad de 1.357,6 kilómetros por hora en su caída libre, lo que le llevó directo a los libros de récords.
El jueves su cuerpo fue hallado en Italia, en la región de las Marcas, en el norte, afirmó a AFP un funcionario de los bomberos locales.
Según el diario italiano Il Corriere della Sera, Baumgartner perdió el control de su parapente, lo que provocó que se desplomara y cayera en la piscina de una casa de vacaciones en Porto Sant’Elpidio, hiriendo levemente a una joven.
El accidente ocurrió por la tarde y el austriaco ya estaba muerto en el momento del impacto, según Il Corriere della Sera.
El hombre, que de niño soñaba con ser paracaidista y piloto de helicóptero, murió en el lugar que más le gustaba.
“Siempre tuve el deseo de estar en el aire”, había dicho Baumgartner a medios de su país. “Escalaba árboles, quería ver el mundo desde arriba”.
El sueño empezó a tomar forma en 1986, cuando saltó por primera vez de un avión, y llegó a su cúspide con el legendario salto Red Bull Stratos del 14 de octubre de 2012, que culminó sano y salvo en el desierto del estado de Nuevo México.
Lea además: 15 personas heridas tras accidente de avión de paracaidismo en Nueva Jersey
Nacido en la ciudad austriaca de Salzburgo, Baumgartner trabajó en su juventud como mecánico de coches y motocicletas mientras buscaba la forma de conquistar el cielo.
En su adolescencia completó su primer salto en paracaídas y después pulió sus habilidades en el ejército de su país. Con el tiempo construyó un impresionante catálogo de hazañas.
Uno de sus primeros récords fue en 1999 al ejecutar el salto BASE desde menor altura al lanzarse desde la mano del Cristo Redentor de la ciudad brasileña de Rio de Janeiro, a solo 29 metros del suelo.
BASE es un acrónimo en inglés de las cuatro plataformas desde las que se puede saltar en esta modalidad: edificios, antenas, viaducto y tierra.
Piloto de helicóptero y globos de gas, también aficionado al boxeo y la escalada, Baumgartner también batió en dos ocasiones el récord de altura de salto BASE desde un edificio.
En 2003 completó el primer “cruce en caída libre” del Canal de la Mancha al lanzarse desde una aeronave y volar desde Inglaterra hasta el norte de Francia con un par de alas de carbono.
Durante la actualidad vivía principalmente entre Suiza y Estados Unidos y saltaba de vez en cuando a los titulares por sus visiones políticas y su cercanía hacia la extrema derecha en su país.
También, en redes sociales se mofó abiertamente de la lucha contra el cambio climático y arremetió contra los partidos ecologistas y los defensores de los derechos LGBTQ+.
Pese a los peligros y las polémicas, el personaje, que era muy telegénico, nunca pareció tener miedo a pagar su pasión con su vida.
“Odio cuando alguien me llama buscador de emociones o adicto a la adrenalina porque no lo soy. Me gusta toda la planificación”, dijo antes del salto de 2012.
“Cuando estás allí, en la cima del mundo, te vuelves humilde. Lo único que quieres es regresar vivo”, afirmó.
Agregar Comentario