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“Requerimos más geógrafos sobre el terreno”, indica el doctor en Geografía Física y profesor investigador de la escuela de Ciencias Geográficas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD)
La motivación de José Ramón Martínez Batlle son sus estudiantes. El profesor investigador de la escuela de Ciencias Geográficas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) disfruta colaborar con ellos y hacer ciencia que llegue a ellos.
Esa pasión por la docencia e investigación le ha permitido combinar sus dos profesiones: la Ingeniería Eléctrica y la Geografía. Lo hace creando aparatos que ayudan en la formación de los alumnos de Geografía y Agrimensura de la universidad estatal.
De sus “inventos”, destaca un receptor GNSS (Sistema Global de Navegación por Satélite, GNSS en inglés) de bajo costo pero con una altísima precisión que Martínez Batlle pone a disposición de alumnos, profesores e investigadores.
“Este aparato cuesta 20 mil dólares fabricado por una empresa. Lo usan mucho los agrimensores. Si el chip (el que se encarga de todo el trabajo, de mirar los satélites que están a 20 mil kilómetros) cuesta 80 dólares, esto otro 10 dólares, la batería 5 dólares… Si sumamos todo esto, el GPS nos sale entre 150 a 200 dólares. No puede ser que tengamos que pagar 20 mil dólares por un aparato marca Trimble”.
¿Cómo lo hizo?
“Uní los componentes y les hice un programa, un software que creé yo mismo, para operarlo. Me toma 24 horas fabricarlo”.
¿Y qué lo hace especial, además de su bajo costo?
“Su altísima precisión. Si lo llevas por un terreno te dice dónde estás con una precisión de tres o cinco milímetros. Este aparato lee la fase de la señal GPS con un error muy pequeño, milimétrico. Hice un mapa topográfico de la UASD caminando por la universidad con este aparato. Una chica hizo un análisis de inundación del río Isa (en San Cristóbal) con uno de estos y un dron”.
Todos los GPS (Sistema de Posicionamiento Global), señala el profesor, presentan errores de precisión que usualmente el usuario no nota. Esta diferencia entre la ubicación real y la que lee el aparato varía entre 3 y 10 metros. A diferencia de un GPS, el GNSS utiliza múltiples sistemas satelitales, aportando mayor precisión en la ubicación.
“En lugar de leer solamente la coordenada como hace el GPS, con un error de tres metros porque lo hacen a partir de una secuencia de valores que manda el satélite, en lugar de hacerlo así, el GNSS lee la fase de la onda que porta la información, y eso tiene una alta precisión que baja a nivel de 8 o 5 milímetros el error. Incluso si el aparato se deja estático en el techo de un edificio se puede saber cómo bambolea el edificio. Si tienes un día observando el techo de un lugar sabrás si se movió tres milímetros, o si se hundió”.
Martínez Batlle guarda en un disco duro la información que genera el aparato. Ha fabricado ocho receptores GNSS. No los vende: los hace para que los estudiantes practiquen.
“Los estudiantes de Agrimensura de la UASD no veían nunca un GNSS. Ya lo están viendo porque son más baratos. Pero cuando un aparato cuesta 20 mil dólares no lo vas a sacar para que los estudiantes hagan prácticas con él, lo ven más bien como una pieza de museo. Ahora existen aparatos baratos y los sacan. Pero los estudiantes de Geografía, por ejemplo, no lo veían. Todos los estudiantes de Geografía que han estado conmigo desde 2019 conocen esta tecnología”.
¿No ha pensado comercializar los receptores GNSS, registrarlos y fabricarlos en grande?, le preguntó Listín Diario.
No es algo que le interese al doctor en Cambios Ambientales y Riesgos Naturales.
“Necesito hacer ciencia que me mantenga con los estudiantes. Si creo una cosa de élite basada en proyectos, voy a necesitar un instituto, una estructura grande que no quiero tener”.
Actualmente José Ramón trabaja en la elaboración de un sensor de material particulado de bajo costo capaz de medir partículas de 1, 2.5 y 10 diámetros (PM1, PM2.5, PM10).
MÁS TRABAJO EN EL TERRENO
Lo que sí lamenta José Ramón Martínez es el poco interés que genera la carrera de Geografía entre los jóvenes estudiantes. Lamenta especialmente que el perfil del geógrafo dominicano sea poco conocido.
En una charla que impartió a niños que asistían a un campamento de verano, el profesor les preguntó si conocían el nombre de algún geógrafo dominicano y el silencio llenó la sala.
Además de esta inquietud, Martínez Batlle habló en el Encuentro Verde de Listín Diario de la disponibilidad de herramientas que facilitan hoy día la obtención y el análisis de información geoespacial tan necesaria en la planificación del territorio.
“Lo que necesitaríamos es más gente en el terreno. Muchísima gente y empresas, con un algoritmo simple podrían hacer un análisis de cómo cambió el bosque en la última semana. Hay empresas que toman imágenes satelitales diariamente del planeta, cuestan dinero pero están disponibles, se podrían pagar. Pero necesitamos más gente en el terreno. La toma de decisiones requiere no solamente de voluntad política. No. Necesitamos mucha gente en el terreno, y no la tenemos. La IA va a sustituir posiblemente cosas. Pero lo único seguro, seguro que no va a desaparecer es el trabajo de campo”.
Propone, pues, sacarle partido a ese conocimiento nuevo que se genera cada día combinándolo con el trabajo en el terreno.
“Hay un volumen de información geoespacial que se está produciendo diariamente. En este momento, la humanidad tiene más capacidad de producir información geoespacial que de procesarla. Imagínate que todo eso lo puedas procesar para pasárselo a alguien que pueda tomar decisiones desde el punto de vista del ordenamiento, de la ordenación del territorio. Esa parte básica ahora mismo no la tenemos, y debemos comenzar a desarrollarla más”.
Asegura que, aunque la carrera cuenta con pocos estudiantes, hay alumnos de Geografía que están haciendo ciencia a partir de inquietudes que nacen de una pregunta de investigación.
“Necesitamos gente así y la respuesta está en que entren más estudiantes a la carrera. Tenemos perfiles científicos de estudiantes que están claros en que se van a dedicar a la ciencia, ¿pero qué tenemos para ofrecerles? Tenemos que olvidarnos de dar servicio. Necesitamos gente que se especialice. Tenemos muchos ecosistemas diferentes y necesitamos geógrafos para trabajar todas esas áreas”.
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