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SAN FRANCISCO. – La ejecutiva estadounidense Linda Yaccarino comunicó este miércoles su dimisión como consejera delegada (CEO) de la red social X, antes Twitter, una decisión que sorprende tanto por el momento como por el tono discreto de su anuncio. Su partida se da después de “dos años increíbles” al frente de la plataforma, según manifestó en una publicación en su cuenta personal.
Yaccarino asumió la dirección de X en mayo de 2023, cuando Elon Musk decidió delegar funciones ejecutivas en medio de la agresiva transformación de la red. “Fue la oportunidad de mi vida”, declaró la también exjefa de publicidad de NBCUniversal, al recordar su primera conversación con Musk sobre el futuro del servicio como “la App para todo”.
Agradeció a Musk la confianza depositada en ella y resaltó que X se ha convertido en “la señal cultural más poderosa del mundo”, al destacar su papel como plaza pública digital. Pese a su entusiasmo, la ejecutiva no reveló detalles sobre los motivos de su renuncia, informa Europa Press.
La renuncia coincide con momentos críticos para el ecosistema de Musk
El anuncio llega en una etapa turbulenta para Elon Musk, marcada por la baja continua de las ventas de Tesla, un enfrentamiento público con el expresidente Donald Trump, y controversias derivadas de la evolución de la inteligencia artificial de X, conocida como Grok.
El día anterior a la dimisión, Grok tuvo que borrar publicaciones consideradas inapropiadas, tras una actualización que permitió que el sistema emitiera declaraciones “políticamente incorrectas”, aunque justificadas como “basadas en hechos”.
Elon Musk respondió escuetamente a la salida de su CEO, agradeciendo sus “contribuciones”, sin dar pistas sobre el futuro inmediato de la dirección ejecutiva de la plataforma.
Transformación radical bajo presión pública
Desde que Musk compró Twitter en octubre de 2022 por 44.000 millones de dólares, la red social ha vivido una transformación radical: cambió de nombre, de enfoque y de estructura, lo que incluyó el despido de sus principales directivos.
Bajo la gestión de Yaccarino, X trató de reposicionarse como una plataforma que promueve la libertad de expresión, pero también enfrentó fuertes críticas por la gestión de contenido y la salida de anunciantes clave.
A sus 61 años, Linda Yaccarino deja la compañía en una encrucijada, con una base de usuarios fragmentada, ingresos publicitarios inestables y un panorama político y tecnológico muy volátil.
Su salida abre un nuevo capítulo en la incertidumbre que rodea el futuro de X, justo cuando la compañía necesita estabilidad y liderazgo estratégico.
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