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El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue uno de los asistentes que lideró la celebración tras la contundente victoria del Chelsea sobre el París Saint-Germain en la final del Mundial de Clubes de la FIFA.
El presidente se unió a los jugadores en el campo tras el triunfo 3-0 del club inglés para felicitar a los que recibieron premios individuales, colgar las medallas de subcampeón al PSG y entregar al Chelsea su trofeo por conquistar el campeonato.
“Supongo que fue una sorpresa hoy”, dijo Trump a los periodistas después de volar de regreso a Washington tras la victoria del Chelsea. “Pero fue un gran partido”.
Trump y la primera dama Melania Trump fueron recibidos con vítores al llegar al estadio MetLife justo antes de la actuación previa al partido de los cantantes Robbie Williams y Laura Pausini. El presidente recibió algunos abucheos cuando fue brevemente mostrado en la pantalla gigante del estadio.
El presidente saludó a la multitud y levantó el puño al tiempo que él y su comitiva llegaban al palco de lujo del estadio, donde presenciaron el partido junto al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y su esposa, Leena Al Ashqar.
Otros invitados en el palco del presidente incluyeron a la secretaria de Justicia, Pam Bondi; el secretario de Transporte, Sean Duffy; la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem; la estrella retirada de la NFL, Tom Brady, y el magnate de los medios, Rupert Murdoch.
En poco más de un año, el MetLife será sede de la final del Mundial 2026.
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El PSG buscaba conseguir su cuarto título importante de la temporada, exactamente 100 días después de coronarse en la Ligue 1, el 5 de abril. También se consagró en la Copa de Francia al vencer 3-0 al Reims el 24 de mayo, y luego arrasó 5-0 al Inter de Milán, siete días después, en la final de la Liga de Campeones.
El Chelsea, sin embargo, dominó y liquidó el partido en el primer tiempo gracias a un par de goles de Cole Palmer y uno de João Pedro.
El partido del domingo coincide con el primer aniversario del intento de asesinato contra Trump en Butler, Pensilvania, cuando hacía campaña para la presidencia.
El evento deportivo internacional también podría ofrecer una oportunidad para que Trump y sus asesores se reúnan con funcionarios del gobierno de Qatar.
En un breve encuentro con reporteros en Nueva Jersey el domingo, el enviado de Trump, Steve Witkoff, se dijo “esperanzado” sobre el alto el fuego en Gaza y las negociaciones de rehenes.
Witkoff, quien se unió a Trump para la final del torneo, pareció asentir afirmativamente cuando se le preguntó si planeaba reunirse con altos funcionarios de Qatar, que son intermediarios de Hamás en las conversaciones.
“Me reuniré con ellos”, indicó Witkoff.
Los eventos deportivos han constituido la mayor parte de los viajes de Trump en Estados Unidos desde que asumió el cargo este año. Además de su visita del fin de semana al torneo de fútbol, ha asistido al Super Bowl en Nueva Orleans, al Daytona 500 en Florida, a peleas de UFC en Miami y Newark, Nueva Jersey, y a los campeonatos universitarios de lucha de la NCAA en Filadelfia.
El expresidente, quien tiene una relación cordial con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, ha dicho que planea asistir a múltiples partidos del torneo de la Copa Mundial el próximo año que se celebrará en estadios de Estados Unidos, Canadá y México.
Los preparativos para el gran evento futbolístico del próximo año para América del Norte están en marcha. Esto ocurre en medio de crecientes tensiones entre Estados Unidos y sus vecinos por el tema de los aranceles, la inmigración y las declaraciones de Trump de que Canadá debería convertirse en el estado 51.
A principios de este año, el mandatario estadounidense declaró que las tensiones harán que el torneo sea más “emocionante”.
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