Primera Plana Salud

La solidaridad del pueblo dominicano

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Sin dudarlo, respondí: "Los actos solidarios de las personas hacia sus semejantes".

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Este suceso también debería ser un impulso para que los seguros de salud mejoren sus servicios a sus afiliados, porque no es aceptable que alguien falle por no cubrir un procedimiento tan simple como ese.

Hace un tiempo, alguien me entrevistó y, entre sus preguntas, hubo una que hoy recuerdo: ¿Qué te hace feliz? Sin dudarlo, respondí: “Los actos solidarios de las personas hacia sus semejantes”. Es innegable. Y, recientemente, una acción similar me ha traído gran alegría.

Me refiero a las respuestas altruistas que la gente ha brindado a la familia de Rayly, el niño de 10 años que, tras una caída, quedó en estado vegetativo y ahora necesita una cirugía para colocarle una sonda que le permita alimentarse.

La publicación de la información en el portal de LISTÍN DIARIO apenas llevaba un rato cuando comenzaron a sonar las llamadas con buenas noticias. Mi corazón se ensanchaba cada vez que alguien expresaba su deseo de contribuir a la causa.

La madre, Rosa María Cuevas, me contaba que su teléfono no paraba de sonar. En esta ocasión, lloraba, pero de felicidad. El Señor, a quien ella sirve, estaba respondiendo sus oraciones. También, la solicitud que le hizo a la primera dama, Raquel Arbaje, fue escuchada.

Al día siguiente de la publicación, ya estaban visitándola. Un testimonio claro de que Dios no se muda y que esta población sigue siendo solidaria.

Este caso me ha transportado a una ciudad maravillosa. Me ha dado felicidad saber que Rayly recibirá su procedimiento, aunque sea, como dice su mamá, para tener calidad de vida. A su vez, me ha alegrado inmensamente confirmar que la solidaridad del dominicano persiste, a pesar de la agitación del mundo y los antivalores que parecen rodearnos.

Cuántas muestras de amor al prójimo se han visto respecto a este niño, quien, entre risas y juegos, llevaba un desarrollo sano y normal para un niño de su edad, hasta que a los cinco años quedó postrado en una cama.

No hay palabras para expresar lo que se siente cuando tanta gente se vuelca a apoyar una causa social desde diferentes sectores de la vida nacional. Este acontecimiento también debería ser un estímulo para que los seguros de salud ofrezcan un mejor servicio a sus afiliados, porque no es justo que alguien muera por no cubrir un procedimiento tan sencillo como ese.

No obstante, lo más importante de todo esto ha sido cómo se ha demostrado que la población dominicana, en cuanto a empatía, sigue dando ejemplo de buena voluntad. Continuemos sin perder nuestra esencia. Gracias a todos los que aportaron.

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