Tecnologia

La UNIA se sumerge en un encuentro estival sobre la Inteligencia

8752961500.png
Este programa formativo, incluido en los Cursos de Verano de la Sede Tecnológica, está dirigido por Andrea Cívico, docente de la Universidad de Málaga.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

MÁLAGA, 3 de julio (EUROPA PRESS) –

Este verano, la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) se transforma en un centro de pensamiento crítico, diálogo interdisciplinario y exploración pedagógica con el encuentro ‘IA en educación: repensando el diseño, desarrollo, innovación, investigación y evaluación de los procesos formativos y los contenidos didácticos’. Este programa formativo, incluido en los Cursos de Verano de la Sede Tecnológica, está dirigido por Andrea Cívico, docente de la Universidad de Málaga. Va más allá del aprendizaje técnico, proponiendo una reflexión profunda sobre cómo enseñar y aprender en la era de las máquinas inteligentes.

La inteligencia artificial, esa fuerza invisible que reside en los dispositivos y que nos sugiere qué ver, qué leer o cómo desplazarnos, se adentra en el universo educativo. Pero no lo hace sola: llega de la mano de quienes están decididos a pensarla, replantearla y emplearla con un propósito claro.

Entre ellos, destacan dos voces en este encuentro: la profesora Urtza Garay, vicerrectora de Grado y Transformación Digital de la Universidad del País Vasco, y la catedrática María del Carmen Llorente, experta en Tecnología Educativa de la Universidad de Sevilla.

“Lo único que permanece es el cambio”, recuerda la profesora Garay, quien en su ponencia invita a abrazar la incertidumbre y a construir comunidades educativas resilientes. Para ella, la inteligencia artificial no es una amenaza que se cierne sobre nuestras aulas, sino una herramienta que, bien utilizada, puede impulsar una educación más equitativa, transparente y eficiente.

Pero para lograrlo no basta con la tecnología: se necesita una educación crítica, ética y transformadora, advierte. Durante su intervención, Garay ha vinculado la IA con conceptos como la educación ‘maker’, los espacios híbridos de aprendizaje y las competencias para la transformación digital.

Y ha propuesto imaginar entornos donde el alumnado no sea un simple receptor de contenidos generados por máquinas, sino un actor capaz de pensar de manera crítica, reflexionar sobre su propio proceso de aprendizaje (metacognición) y construir conocimiento de forma colectiva.

“El reto no es si debemos temer a la IA. El verdadero desafío es aprender a convivir con ella, a usarla para mejorar, a formar ciudadanos que puedan responder con inteligencia y ética a los grandes cambios de la sociedad contemporánea”, sostiene con firmeza.

Complementando esa visión pedagógica, la catedrática María del Carmen Llorente aporta una perspectiva más técnica y aplicada en su ponencia Inteligencia Artificial para la creación de objetos de aprendizaje en educación superior. Se centra en el proceso de diseño y producción de materiales educativos con herramientas inteligentes, una práctica que no solo optimiza el tiempo de los docentes, sino que también amplía las posibilidades didácticas.

“Estamos ante una nueva etapa en la incorporación de tecnologías al aula, pero no es la primera vez que lo vivimos”, ha dicho Llorente, quien recuerda cómo las plataformas de teleformación, en su momento, parecieron anunciar el fin del rol docente. “Ahora sabemos que no sustituyen al profesor, lo complementan. Con la IA ocurre lo mismo: es una herramienta, no un reemplazo”, añade.

En su ponencia ha analizado cómo herramientas como ChatGPT, generadores de video, creadores de materiales interactivos y plataformas de diseño universal del aprendizaje pueden ayudar a construir objetos didácticos más accesibles, diversos y personalizados.

Pero también lanza una advertencia: “El valor no reside solo en la tecnología, sino en cómo el profesorado la integra en su planificación, en su mirada pedagógica, en su ética profesional”.

Para ella, el verdadero riesgo no es la IA per se, sino el uso poco reflexivo y ético de sus capacidades. De ahí que insista en la necesidad urgente de formar en competencias digitales y éticas tanto al cuerpo docente como al estudiantado. “Queramos o no, la IA ya está aquí. La pregunta es: ¿sabemos usarla bien?”.

A través de cursos como este encuentro, la UNIA no solo ofrece formación, sino que se posiciona como un laboratorio de ideas para quienes creen que el futuro de la educación no se improvisa: se piensa, se diseña y se construye colaborativamente.

La IA puede ser un motor de cambio o un espejismo de modernidad. Todo dependerá, como recuerdan sus ponentes, de cómo la usemos, de con qué ética, con qué criterios y con qué horizonte humano.

El encuentro de verano sobre Inteligencia Artificial en la Internacional de Andalucía es, entonces, mucho más que una propuesta académica: es una llamada a la acción educativa en la era digital, una invitación a aprender, desaprender y reaprender en tiempos donde pensar es más urgente que nunca. Porque, al fin y al cabo, como bien nos enseñan estos encuentros, la educación sigue siendo el mejor algoritmo para cambiar el mundo.

TRA Digital

GRATIS
VER