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El lunes, decenas de agentes federales cercaron el Parque MacArthur, en el centro de Los Ángeles, en un despliegue que incluyó helicópteros y vehículos blindados, descrito por las autoridades locales como una “operación militar” y un “montaje” con el objetivo de causar temor y generar caos.
“Lo que ocurrió esta mañana fue aterrador para muchos de nosotros”, declaró Marqueece Harris-Dawson, presidente del Concejo Municipal de Los Ángeles, en una conferencia de prensa.
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“Según todos los videos disponibles y toda la información interna que hemos recibido, no está claro que alguien haya sido detenido. Tampoco está claro que hubiese siquiera un objetivo legítimo de control migratorio. “, agregó.
Medios locales y usuarios en redes sociales alertaron el lunes sobre la presencia de agentes migratorios en el parque, ubicado en una zona con una fuerte presencia hispana y marcada por la pobreza.
Su despliegue se produce en medio de una serie de operativos federales que ya lleva más de un mes en Los Ángeles.
En el lugar se observó un helicóptero del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) sobrevolando la zona, mientras que en tierra los agentes se movilizaban en vehículos blindados y a caballo, causando alarma entre los presentes.
Karen Bass, alcaldesa de Los Ángeles, acudió al lugar para solicitar la salida de los agentes federales, tras constatar que había niños participando en un curso de verano en el parque.
“Lo que vi hoy en el parque parecía una ciudad sitiada, bajo ocupación armada, y debo decir que, tras haber pasado muchos años viajando a zonas de conflicto, sé que así es como luce una ciudad antes de un golpe de Estado”, afirmó en la misma rueda de prensa.
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Los hechos ocurrieron pocos días después de que el Congreso de Estados Unidos aprobara una nueva ley fiscal y presupuestaria que inyectará miles de millones de dólares al proyecto antimigratorio del presidente, Donald Trump, con fondos destinados a la detención de migrantes, la construcción de centros de detención y el transporte de deportados.
Los Ángeles ha sido uno de los principales focos de redadas migratorias desde el 6 de junio, cuando comenzó un operativo federal que generó protestas por la presencia en la ciudad de agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas y de la Oficina de Protección Fronteriza.
Según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), entre esa fecha y el 22 de junio más de 1.600 personas fueron detenidas con fines de deportación.
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